Alirón con los papeles cambiados

Lo ha celebrado a lo grande el conjunto azulgrana. La piña de todos los futbolistas se ha prolongado en el centro del campo una vez Undiano Mallenco ha señalado el final. Incluso Luis Suárez, descartado por Luis Enrique por sus molestias, se ha pegado una carrera desde la banda vestido de calle para abrazarse al resto de sus compañeros. La piña ha sido absoluta.

Luis Enrique, en cambio, se ha mantenido en un discreto segundo plano, aunque no ha esquivado el remojón de cava en el vestuario. «Hay amores que matan», ha bromeado en sala de prensa. No se ha visto al técnico sobre el césped. El protagonismo ha sido de los futbolistas, eufóricos por haber podido recuperar el cetro liguero después de una temporada larga y complicada durante muchos momentos.

La fiesta ha continuado en el vestuario. «Mucho jaleo», ha descrito un Rakitic casi afónico en la zona mixta. Quiere el Barça disfrutar de esta Liga, el premio de la regularidad, después de un año muy largo. Los azulgranas son felices.