El Atlético humilla al Madrid

El gol de Ramos y la gloria final lo taparon todo, pero Carlo parece que no aprendió nada de aquello. Otra vez Khedira como solución a dos bajas vitales en el centro del campo: Modric y James. Otra vez el Madrid jugando un derbi con uno menos. Bueno, en este caso con dos. Coentrao que sin mechas es aún más pésimo, tampoco hizo acto de presencia, pero con media defensa en la enfermería, aquí Carleto poco remedio tenía.

El desastre del Madrid no se recordaba en años. Hasta el minuto 31, en una falta lateral que botó Kroos y que acabó en la nada, no supimos si era Moyá o Molina el portero del Atlético. Mientras tanto, a los rojiblancos le dio tiempo a que se lesionase Koke, a que Fernández Borbalán les birlara un claro penalti y a hacer dos goles, uno de ellos de chilena de Saúl que ya forma parte del museo del derbi. El primero, de Tiago, repitió actores de Lisboa. Mal Khedira, fuera de su zona permitiendo un disparo franco del luso. Fatal Casillas, mano blanda en un disparo sin mucha potencia.

Del esperpento tampoco se puede ir de rositas la BBC. Sobre todo, Bale y Cristiano. Lo triste no es que ejecutasen mal un pase o no se fueran de nadie. Fue su desidia, su cara de vinagre y su poca solidaridad con el equipo. Está bien recordar estos momentos cuando golpean la puerta pidiendo más pasta.

Tampoco salen bien parados Nacho y Varane. Hay demasiada distancia entre la pareja de centrales titulares y la suplente. Y eso que el galo es uno de los mejores defensas del mundo. Pero quizás esté en su peor momento desde que llegó al Madrid: lento, con la cintura como un armario y mal en la marca.

El cambio de Jesé por Khedira, a la ducha en el descanso, no sirvió de nada. El daño ya estaba hecho y solo podía ir a más. El tremebundo meneo lo completaron Griezmann y Mandzukic, y gracias. Grandioso encuentro del Atlético, que firma cuatro triunfos y dos empates en seis derbis esta temporada. El de hoy, el más brillante de lo que llevamos de siglo. Este baño solo se recordaba en blanco y negro.

Ancelotti, tras el gol del galo, sacó a Isco y Benzema por Illarra y ¡Chicharito!, el jugador fantasma del Madrid. El cambio de nueve explica como nada ni nadie un partido sin un solo tiro a puerta de los blancos. La distancia respecto al Atlético aún es amplia, de cuatro puntos, y pase lo que pase mañana en San Mamés, en el periódico del lunes seguirá estando el Madrid en lo más alto de la tabla, pero con muchos daños colaterales. Un equipo sin alma, sin gasolina, sin solidaridad, sin banquillo, y con medio equipo titular en la enfermería. Se busca rival digno para derbi decente. ¿Lo recuerdan?