David de Gea: «Queremos brillar como antes, volver a enamorar»

-¿Cómo han sido las primeras horas de esta nueva España?

-Bien. Estoy muy contento por haber vuelto a la convocatoria, por la confianza del entrenador. Tenemos que disfrutar de España, seguir en la misma línea de antes, aprender y mejorar.

-¿Hay heridas en el grupo?

-Lo que nos pasó en Brasil fue un golpe muy duro. Nos dejó tocados, pero la gente está con muchas ganas y tenemos que devolver a la selección a su sitio, volver a la senda del éxito. Es lo que sentimos y hay equipo para hacerlo.

-¿Cómo se recupera el prestigio?

-Si te eliminan de un Mundial en la fase de grupos, sí se puede decir que pierdes parte de ese prestigio, pero hay que fijarse en los jugadores que hay aquí, en todo lo que se ha ganado. Es difícil quitarle valor a todo lo que ha conseguido esta selección, es algo impresionante. Pero sí, claro, lo de Brasil pesa y ahora hay que recuperar ese respeto, recuperar el nombre. Debemos volver al buen juego y a ganar.

-¿Hay que cambiar muchas cosas?

-Con el paso de los años, como en todos los sitios, hay gente que se va y otros que llegan. Pero España sigue siendo España y no hay que desviarse de la filosofía que nos ha dado tantos éxitos.

-¿Han hablado de cómo volver a ser los de antes?

-Claro. Y queremos darle brillo a la estrella, que vuelva a lucir, que se nos vuelva a considerar como lo que fuimos. Hay que recuperar ese fútbol de toque que enamoró al mundo. Queremos eso, volver a enamorar.

-¿Por qué se perdió esa idea?

-No, la idea no se perdió. Siempre hemos querido jugar igual, la idea estaba. Nos salieron muy mal las cosas y si haces un mal partido en el Mundial te quedas fuera. En nuestro caso fueron dos, así que más complicado todavía. Pero nuestro estilo sigue teniendo validez, sigue ahí.

-¿Era imprescindible para este grupo que siguiera Del Bosque?

-Sí. Él siempre ha dicho que quiere ser fiel a sus principios venga quien venga o se vaya quien se vaya. Sabe lo que quiere para España y los jugadores que vienen saben lo que quiere él. Es el entrenador ideal, el que mejor lo sabe llevar. Estamos muy contentos de que esté.

-¿Tienen rabia acumulada por todo lo que pasó y lo que se dijo?

-Sí, claro, pero es una rabia positiva. Tenemos ganas, más que nada. Esperamos un éxito en el Mundial que no llegó, más bien todo lo contrario. Queremos mejorar, queremos ganar.

-¿Son peligrosos estos dos partidos por esas ganas de resarcirse?

- Francia va a ser difícil, seguro . Y con Macedonia no se puede fallar. Ha habido un poco de transición en nuestra selección con muchas caras nuevas y otros que se han retirado. Tengo ganas de ver cómo es este «nuevo» equipo y comprobar esas ganas que tenemos de volver a ganar.

-Usted ya estuvo en el Mundial y forma parte de esta hornada de jugadores llamados a liderar el cambio. ¿Asume el protagonismo que le toca?

-Yo estoy muy contento por estar aquí. Es muy difícil entrar en una lista, pero hay que quemar etapas e ir poco a poco. Yo estoy encantado con mi rol.

-La portería está ahora mismo cuestionada porque el estado de Íker Casillas genera comentarios continuamente. ¿Cómo lo ha visto?

-Pues le digo que está bien, está como siempre. Intenta entrenarse lo mejor que puede y todo el mundo conoce a Íker por lo bueno que es y lo que ha conseguido. No se puede dudar de él.

-¿Pesa mucho tanto murmullo?

-Sí, sí. Todos los porteros, o casi todos, lo hemos vivido. Se duda mucho de nosotros, pero somos fuertes de cabeza y tiramos para adelante. Casillas lo está haciendo. Aún siendo uno de los mejores, él sigue queriendo mejorar. Es un emblema, una leyenda de la portería que quedará ahí para la historia.

-¿Usted está listo para asumir la portería de España?

-Yo trabajo para esto, por si me dan esa responsabilidad. Si me necesita, estaré, pero vayamos por pasos. Poco a poco, cuando llegué, llegará.

-¿Curten los palos o hunden?

-Hay de los dos casos, pero a mí me han curtido muchísimo. A cualquier jugador, y ya no a un portero, siempre le llegan críticas en algún momento porque hay altos y bajos. Pero hay que aceptarlos y tener la mente fría. Si no, no se avanza, es imposible.

-¿Son los más señalados?

-Creo que sí. Es el puesto más jodido, pero es lo que nos gusta. Estamos dispuestos y expuestos a eso. El portero es muy solitario, es diferente a cualquier otra posición. Nos entrenamos aparte, con estilos diferentes. Pero todos tenemos nuestros apoyos. Íker, por ejemplo, no creo que se sienta solo pese a lo que se dice de él. Pero somos distintos.

-¿Qué pesa más, la portería del Manchester United o la de España?

-La exigencia de Manchester es brutal, altísima. Es uno de los mejores clubes del mundo y lo noté desde que llegué. Hay que estar al máximo, no te dan margen. Creces con eso. Aquí, en la selección, hay un país detrás con mucha ilusión puesta. De ahí que también la exigencia sea tremenda. El trabajo es el mismo, pero las situaciones y los sentimientos son distintos.

-Con Casillas por delante durante tantos años, ¿el resto de porteros no tiene la sensación de que pase lo que pase siempre jugará él?

-Yo no he coincidido mucho con él más allá de este último Mundial y alguna cita más. Lo que se ha visto siempre desde fuera es que él es el número uno y es muy difícil quitarle el puesto. Pero porque siempre lo ha hecho bien, siempre ha mantenido un nivel altísimo. Yo intento fijarme en él, en cómo se entrena, en cómo afronta los partidos. Sabe que soy joven y siempre intenta ayudarme.