Mucho más que un amistoso

Hay motivos para pensar que el golpe de Brasil debe espolear a un grupo que mira con nostalgia al pasado. Se ganó mucho y de muy buenas maneras, pero faltan ahora futbolistas irrepetibles como Xavi, Xabi Alonso o David Villa, los tres que renunciaron después del último gran torneo. Otros se mantienen y llegan muchos novatos, hasta ocho caras nuevas en esta convocatoria. La ilusión de los debutantes contagia al resto.

Del Bosque le tiene mucho respeto al amistoso de este jueves. Francia no es buen enemigo, al alza y con un resultado más que digno en Brasil. Le frenó Alemania en los cuartos de final y todos sus jugadores tienen nombre. «Lleva trabajando con los mismos jugadores y eso les ha dado muy buenos resultados. Desde la Francia que jugó la respeca, hasta la actual, han seguido una línea muy buena», advierte el seleccionador nacional, que pretende dar minutos a casi todos los jugadores que ha convocado pensando también en la cita con Macedonia del lunes 8.

Pero la realidad es que Francia preocupa menos ya que el problema está en casa. España, más allá del rival, debe competir contra sus fantasmas, rodeada por el murmullo que genera porque el chasco fue brutal. De serlo a todo a perder de la peor manera, el primer equipo en quedarse fuera de la competición más prestigiosa de todas. Y ahora, claro, toca gestionar la derrota. «Les he puesto a los chicos dos ejemplos sobre dos jugadores que ya no están. He puesto el ejemplo de Xavi Hernández y Xabi Alonso, que han sido ejemplares. Que sigamos conservando el espíritu de ellos muchos años, tenemos que apoyarnos en ese espíritu para el futuro», desveló el preparador.

Los futbolistas quieren balón, hablar en el campo. Y, sobre todo, volver a gustar a partir de un fútbol único . «Es un nuevo ciclo con muchos jugadores nuevos y tenemos muchas ganas. Cuando juega la selección hay que tomárselo como un partido oficial. Hay que trasladar ese carácter a los nuevos. Jugamos contra una selección con mucho nombre y no hay amistosos con España. Hay que empezar a ganar para que luego sea todo más fácil», sostiene Sergio Ramos, segundo capitán.

Así está España ante un amistoso que no tiene nada de eso. No hay puntos en juego, tampoco títulos, pero sí el prestigio y el afán por curar una herida que todavía escuece.