Borussia Dortmund, un ogro venido a menos

Aún así, Klopp ha conseguido mantener el espíritu luchador del equipo y su peligro es evidente en cada partido que disputan. Les sobra potencial de medio campo para adelante, donde Lewandowski sigue siendo el hombre más adelantado. El polaco, que materializó la eliminación del Real Madrid el año pasado, termina contrato y querrá dejar un buen sabor de boca antes de emprender el mismo camino que su excompañero, Mario Gotze, hacia el Bayern de Múnich. Eso sí, sólo podrá hacerlo en el partido de vuelta, ya que en la ida no podrá jugar por acumulación de amonestaciones.

Su capacidad goleadora contrasta con su debilidad atrás, que será mayor si tenemos en cuenta que Schmelzer no podrá disputar la eliminatoria tras lesionarse durante el partido de vuelta de octavos frente al Zenit. Con las bajas del propio Schmelzer y de Subotic (podría volver para la eliminatoria de cuartos), el centro de la defensa queda en manos de Hummels y Papastathopoulos, una pareja desigual y que deja muchos huecos.

Los laterales, con Piszczek en la derecha, también están más preocupados del ataque que de defender, lo que obliga a Sahin y Kehl a guardar las espaldas.

Dicho lo cual, el éxito o fracaso de su participación en cuartos de final dependerá en gran parte del dueño del banquillo, Jurgen Klopp, encargado de desnudar las debilidades del rival como ya ha hecho en tantas ocasiones. Conoce perfectamente al Real Madrid y tratará de hacer aflorar unas debilidades que este año son mucho menores que las del año pasado.