Van Persie mete al Manchester United en cuartos

Old Trafford olvidó por una noche la profunda crisis que atraviesa el United en la Premier y celebró una victoria que da algo de aire al conjunto del escocés David Moyes, que habría vivido como un sonoro fracaso la eliminación de la máxima competición europea en el primer cruce a doble partido.

El equipo inglés llegaba al duelo europeo pocos días después de caer por 0-3 ante el Liverpool y complicarse casi definitivamente sus opciones de clasificarse para la Liga de Campeones la próxima temporada, ya que están a doce puntos de la cuarta plaza con más de dos tercios de la liga ya disputados.

Para tratar de cambiar la dinámica de su grupo, Moyes varió algunas de las piezas principales del equipo: incluyó al inglés Danny Welbeck para que entrara por el extremo izquierdo y al ecuatoriano Antonio Valencia por la derecha.

El veterano Ryan Giggs, con 40 años, también estuvo en el once inicial, para inspirar a sus compañeros en la noche más importante de la temporada hasta ahora.

A pesar de que los "diablos rojos" se asomaban a un abismo en Old Trafford, saltaron al césped con aparente tranquilidad, sin prisas por cerrar el partido en los primeros minutos y asumir demasiados riesgos.

El técnico del Olympiacos, el español Míchel, había estudiado en detalle el juego de los de Moyes y supo desactivar gran parte de las embestidas del United en una intensa primera parte que se decantó del lado inglés tan solo por algunos detalles.

La intervención de los dos porteros españoles, David De Gea en la meta local y Roberto Jiménez en la visitante, fue crucial para que no subieran al marcador más goles en los primeros 45 minutos.

Jiménez rozó un balón cabeceado por Rooney que acabó estrellándose en la base del palo izquierdo al inicio del partido y sacó después una mano para evitar que un remate de Evra se colara por la escuadra, mientras que De Gea demostró sus reflejos al parar con las piernas en dos tiempos los remates a bocajarro de David Fuster, primero, y de Alejandro Domínguez, acto seguido.

A pesar de la igualdad sobre el césped, el encuentro quedó dinamitado por un error de cálculo del defensa griego, de madre uruguaya, José Holebas, que a los 25 minutos no supo medir su carrera y se abalanzó sobre Van Persie en el interior del área. El holandés plantó el balón en los once metros y lanzó hacia la derecha un disparo potente. Jiménez acertó con la trayectoria pero no pudo detener el tiro.

El mismo Van Persie, que dejó el Arsenal hace dos temporadas para tratar de añadir títulos a su palmarés, selló instantes antes del descanso el 2-0 que equilibraba la eliminatoria. Giggs lanzó un largo pase diagonal hacia Rooney, que dio dos pasos antes de trazar por su parte un centro que Van Persie conectó con la zurda para batir al portero español por segunda vez.

Lanzados hacia la remontada, los "diablos rojos" no necesitaron más que cinco minutos del segundo tiempo para marcar el tercero, que ponía al United con un pie en cuartos por primera vez en la eliminatoria. El gol fue una vez más de Van Persie, que superó con maestría la barrera en un tiro de falta y clavó el balón en la izquierda de la meta de Jiménez.

Míchel, desde la banda, reclamaba calma a los suyos. El golpe psicológico de los tres goles del United era duro, pero el Olympiacos estaba a tan solo un gol de tumbar a los "diablos rojos", que podían pagar caro un exceso de confianza.

Domínguez tuvo la mejor opción del tramo final del duelo con un disparo cruzado desde la esquina del área pequeña que De Gea se encargó de despejar, y los "diablos rojos" supieron hacer valer finalmente su experiencia en encuentros de altos vuelos para cerrar el paso a cuartos al Olympiacos.