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Diego, San Genaro y «Rafé»
Nápoles, donde Maradona siempre será eterno, acoge con respeto y pasión al entrenador español que ha calado hondo
Diego, San Genaro y «Rafé»
El fútbol es una pasión que embarga a las gentes de Nápoles. También al extraño que visita la ciudad, seguramente desconcertado por la dejadez respecto a la conservación del cuantioso patrimonio cultural y arquitectónico. Allí es eterno Maradona e imprescindible en el día a día ... el tributo a San Genaro. Ahora se rinde también pleitesía a Rafa Benítez —a Rafé, como allí se le conoce—. La mejor primera vuelta en una temporada en la historia del club y el nuevo fútbol elevan al técnico. Pero la clave es que en lo personal ha calado.
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Se le tiene un gran respeto. Y éste siente el calor de los aficionados napolitanos allá por donde va. Y eso que centra su vida en Castel Volturno. A las afueras. Según el tráfico, a media hora o cuarenta minutos en coche desde el centro histórico. El madrileño, incansable en su trabajo, se despierta cada mañana en el hotel en el que vive junto a parte de su cuerpo técnico como Paco de Miguel o Antonio Gómez y a menudo Fabio Pecchia —Xavi Valero reside en Nápoles—. Sólo tiene que dar unos pasos para entrar en las instalaciones de entrenamiento del equipo. Siempre llega antes que los futbolistas y siempre se marcha muchísimo más tarde que estos. Trabajar, trabajar y trabajar. Nada extraño en el libro de estilo del madrileño.
La imaginería
Y mientras no es difícil ver cómo un buen número de personas se arremolinan constantemente en una conocida tienda de imaginería en el centro histórico en la vía de San Gregorio Armero. Da la bienvenida al establecimiento una figura a escala de Benítez. Es habitual la escena de seguidores que se colocan junto a la pieza del «allenatore» y posan para una foto. Se pueden encontrar figuritas de Hamsik, Maggio, Cannavaro, Albiol, Callejón o el referente Higuaín , pero por encima de estos está el preparador español.
Cualquiera tiene algo que decir. Acercarse a una taquilla para comprar un billete de metro da para que el dependiente capte el idioma. «¿Español?». La afirmación activa un «¡Benítez, Benítez!», mientras muestra un banderola del equipo. Con ímpetu también lo nombra Lelo, un taxista que conoce bien el camino a Castel Volturno. Ensalza al entrenador y a jugadores como Albiol o Reina. «Pepe es un fenómeno», dice.
«La gente respeta a Rafa porque desde que llegó subrayó que tenía que cambiar la mentalidad del equipo. Como una revolución en un campeonato muy cerrado. Todo el mundo sabe que con un entrenador tan grande como Rafa además también podrán venir más jugadores importantes», explica Gianluca Formicola, recepcionista de un hotel del centro histórico, que nunca falla a los partidos en el fogoso San Paolo. Su deseo es que «no reciban tantos goles».
«Los partidos del Nápoles son como una razón de vida. La gente espera ganar siempre. Pero la mentalidad general es de estar muy eufóricos si todo va bien o de lo contrario si se pierden un par de partidos», mantiene. Gianluca, además de ser incondicional del Nápoles, sigue el Calcio con detenimiento y hace referencia a la anterior etapa de Benítez en el fútbol italiano: «La gran mayoría de la gente sabe que la etapa del Inter no fue culpa de Rafa».
Lejos de la familia
El entrenador español tiene mucho arraigo con Inglaterra. Y muy concretamente con Liverpool. Montse, su mujer, y sus hijas continúan allí. La separación laboral siempre es un momento complejo, pero habitual en el mundo del fútbol. «El hecho de dejar a la familia es obligado porque las niñas están en el colegio y este año les toca pasar unos exámenes muy importantes. No puedes cambiarles todo el entorno. Esto hace que se haga más duro. Pero a la vez es una ventaja para el equipo técnico porque estás todo el día trabajando, centrado en la labor durante más horas. Es duro en lo personal, pero es lo que toca en lo profesional y hay que aceptarlo», explica el preparador del Nápoles.
«Desde que llegué aquí, he intentado conocer las costumbres e historia de la ciudad. He visitado muchos de los lugares carismáticos de la misma para disfrutar de su belleza. El día a día gira en torno a la ciudad deportiva. Habitualmente estoy con mi ‘staff’ trabajando en los detalles de los entrenamientos y de los partidos, al jugar dos partidos a la semana estamos bastante ocupados, y si tenemos tiempo, nos acercamos a visitar alguno de los monumentos de la ciudad o a conocer alguna zona que nos recomiendan», cuenta Benítez, al tiempo que sugiere como visitas el Palacio Real o el tour Napoli Sotterraneo, al que se accede desde la plaza San Gaetano, una de las particulares vías del centro histórico de Nápoles.
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