Francia y Portugal, dos gigantes en apuros

El fútbol puede con cualquier valor social. Los jugadores de la selección sueca animaban a sus seguidores en Twitter a increpar a Cristiano Ronaldo con el soniquete que más le molesta, ese grito internacional de «Messi, Messi, Messi». Los periódicos suecos le han tildado de sucio y de hiriente por su comportamiento en el partido de ida en Lisboa. Pero el jugador del Madrid se encuentra en el momento más dulce de su carrera, decisivo siempre y en todo lugar. Suyo fue el único gol que preside la eliminatoria: un cabezazo en plancha en el minuto 82 después de un centro de Coentrao.

Hablando de egos, en el otro bando espera Ibrahimovic , estrella mundial, pero nunca determinante en los partidos de alto rango. Ayer le entrevistaron en la televisión sueca TV4 y, como siempre, mostró el mentón elevado.

-TV4: ¿Quién pasará la eliminatoria?

-Ibrahimovic: Sólo Dios lo sabe.

-TV4: Difícil preguntarle.

-Ibrahimovic: Estás hablando con él...

Veremos si hoy el divino delantero del París Saint Germain decide una final.

Francia se agarra al timón de Ribery

En Francia no pueden evitar el fatal recuerdo. Hace veinte años Bulgaria provocó un cataclismo en el fútbol galo al apear a su selección del Mundial de Estados Unidos con un gol a última hora. El dominical de L’Equipe , probablemente el mejor suplemento deportivo de Europa, dedica este fin de semana un elaborado y brillante reportaje a los cuatro artífices de aquel gol en el Parque de los Príncipes. Kremeliev, el defensa que cortó el centro largo de Ginola, Balakov, el centrocampista que abrió el juego hacia adelante, Penev, el receptor del pase e impulsor luego del centro a Kostadinov, y el gol de éste sobre la bocina.

Didier Deschamps estaba en el campo aquel 17 de noviembre de 1993 y hoy dirige a la selección de Francia. «Tenemos una posibilidad de darle la vuelta. Está ahí, es real. Poco importa que sea pequeña, mediana o grande», dice ahora Deschamps, que como todos los franceses sufrió el pasado viernes con los dos goles que recibió su equipo en Ucrania (2-0) y que ahora complican sobremanera la remontada.

A los ucranianos no les pesó en ese encuentro el maleficio de sus estadísticas en las repescas mundialistas que han disputado hasta la fecha: han sido eliminados en las cuatro. Hoy, el seleccionador ucraniano, Mykhaylo Fomenko, tiene un problema. Sus dos defensas centrales, Oleksandr Kúcher y Artem Fedetskyi, están lesionados para hacer frente a Ribery .

El delantero del Bayern de Múnich es el primer argumento de Deschamps para atacar los dígitos en contra: nunca una selección ha remontado un 2-0 después del partido de ida. Francia no se pierde un gran torneo internacional desde aquel Mundial de Estados Unidos. Fue campeón del mundo en 1998, subcampeón (2006) y campeón europeo en 2000.