España, de rojo y oro

La selección española regresó a la Gran Vía, calle de grandes recuerdos, de fiestas paseando títulos, de aficionados enfervorizados deseando ver a sus ídolos. La Gran Vía volvió a colapsarse para ver llegar al equipo nacional, que acudía a presentar la nueva camiseta con la que intentará conquistar el más difícil todavía: dos Mundiales y dos Eurocopas consecutivas . La Policía intentó controlar el tráfico, pero el autobús de los futbolistas provocó el parón en la calle.

El oro lo consiguieron en las Eurocopas de 2008 y 2012 y en el Mundial 2010. Ahora persiguen un cuarto oro, el quinto de nuestra historia, contando la Eurocopa de 1964. Los jugadores y Del Bosque se situaron en un atril y allí ofrecieron la camiseta al mundo. Casillas fue claro: "Queremos volver a ganar el Mundial. Con este grupo de grandes jugadores todo es posible, aunque los rivales son muy importantes y todos quieren vencernos".

Ramos habló del viaje a Sudáfrica: "Allí ganamos el Mundial y queremos agradecerles su cariño. Somos la campeona del mundo y deseamos conseguir un nuevo Mundial. Con estos jugadores todo es más fácil, aunque somos el equipo a batir, como campeones, y ganar es cada vez más complicado".

Xabi regresó a la selección: "Vuelvo donde quería estar después de muchos meses. Vuelvo con mis compañeros. Antes, desde casa, veía los partidos con impotencia. Ahora soy feliz por estar otra vez aquí".

Villa comentó el debate de la pelea por ser el delantero centro de la selección: "Es bueno que haya competencia, por eso hemos llegado a conseguir los títulos que todos hemos celebrado. La competencia es buena, nos hace mejores a todos".