«Algunos jugadores llegaban borrachos a los entrenamientos»

En julio de 2012, el Orihuela fue descendido a Tercera división por no presentar el aval de 200.000 euros. A principios de septiembre, con la Liga ya comenzada, un juez instó a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a que tomara las medidas necesarias para readmitir al club alicantino en Segunda división B. En su auto, consideró que el club oriolano tenía razón y que no debía hacer frente a dicho aval por encontrarse en concurso de acreedores.

Antonio Felices comenzó entonces una búsqueda contrarreloj para encontrar futbolistas e incorporarlos al Orihuela. El presidente ha reconocido a Efe que la directiva se vio obligada a «fichar a jugadores que nadie quería, nos equivocamos». «Fuimos los directivos los que planificamos la plantilla porque no teníamos a nadie que lo hiciera. Contratamos a un entrenador que no tenía experiencia en la categoría y éste fichó jugadores sin equipo».

El presidente ha explicado que, hasta que no se abrió el mercado de invierno, el Orihuela no pudo contratar a jugadores más acordes con la Segunda B, aunque en algunos casos reconoció que se equivocaron. En este sentido, ha desvelado que algunos «llegaban borrachos a los entrenamientos, faltaban al respeto al resto de la plantilla y se enfrentaban a los chavales del filial, a los que menospreciaban, por lo que se les dio la baja».