Atlético de Madrid: más de un siglo de pasión y títulos

El triunfo en la final de Hamburgo ante el Fulham inglés puso, en 2010, el punto y final a la etapa de reconstrucción que el Atlético se vio obligado a emprender después de un doloroso descenso de categoría. Aquel gol de Diego Forlán a los ingleses en la prórroga de la Liga Europa significó una liberación para una parroquia que en la travesía por Segunda renovó el voto de fidelidad a su club. Jamás abandonó a los suyos. Empujó al equipo durante dos angustiosos años antes de regresar a la élite y celebró con rabia la conquista del primer título después de la pesadilla. «La afición del Vicente Calderón es la mejor que he visto en vida», explica Adelardo, el futbolista que más veces ha vestido la camiseta rojiblanca.

Imprevisible en lo deportivo desde que el 26 de abril de 1903 fuera fundado por un grupo de estudiantes vascos afincados en Madrid, aquel éxito europeo logrado con Quique Sánchez en el banquillo ha dado impulso competitivo al Atlético y ha devuelto la estabilidad a la entidad. El respaldo de la masa social no ha dejado tampoco de aumentar y en las oficinas del Vicente Calderón ya hay censados más de 60.000 socios. El número de peñas llega ya a setecientas. Pero el Atlético no se detiene y quiere seguir creciendo con Diego Simeone como emblema. Miguel Ángel Gil, propietario, y Enrique Cerezo, presidente, creen ciegamente en el técnico que en 2012 dio nuevas alegrías a los seguidores rojiblancos con otros dos títulos europeos. La confianza es absoluta y el argentino tiene firmado contrato para las próximas cuatro temporadas. Fue un referente sobre el césped en aquel equipo que, en 1996 y dirigido por Radomir Antic, tocara el cielo con un doblete (Liga y Copa). Ahora ha trasladado ese carisma al banquillo. Los jugadores se sienten identificados con su técnico y el próximo 17 de mayo tendrán la oportunidad de intentar dar una satisfacción a los seguidores rojiblancos en una nueva final.

Será en la Copa del Rey, en el estadio Santiago Bernabéu y ante el Real Madrid . Un nuevo derbi que tantas anécdotas ha dejado a lo largo de la centenaria historia de ambas entidades. Como una tarde de la temporada 1979-80 en la que el defensa brasileño Luiz Pereira visitaba el estadio madridista y desde un fondo se le «invitó» a bailar. Ni corto ni perezoso y mientras un rival se disponía a ejecutar un córner, el atlético, con una sonrisa en la cara, se marcó una samba sobre el área que provocó el aplauso de la grada madridista.

Pasado histórico, presente prometedor y futuro ilusionante. Antes de la esperada final ante el Madrid, el objetivo del Atlético es asegurar su presencia en la próxima edición de la Champions, una participación con la que logrará unos ingresos que le ayudarán a hacer realidad dos de los proyectos puestos en marcha desde las oficinas del Vicente Calderón, estadio que apura sus últimos años de fútbol. Las máquinas ya trabajan en La Peineta, futura casa rojiblanca, y la afición ya se prepara para una mudanza prevista para la temporada 2015-2016. Será un escenario cinco estrellas con aforo para más de 70.000 espectadores, 15.000 más que el actual.

Un moderno estadio al que acompañará una ciudad deportiva en la localidad de Alcorcón, proyecto ya aprobado que comenzará a tomar forma a partir de febrero del próximo año, fecha prevista para el inicio de los trabajos de construcción. Un complejo que comenzará a funcionar a finales de 2015 y contará con una residencia para los jugadores de la cantera, otra de las prioridades del Atlético para el futuro. Oliver, Manquillo y Saúl ya han debutado esta temporada en la Liga de la mano de Simeone y marcan el camino a seguir. «Tener tres o cuatro jugadores salidos de las categorías inferiores refuerza el sentimiento atlético y aproxima el equipo a la afición», argumenta Miguel Ángel Ruiz, futbolista que salió del vivero rojiblanco y ejerció posteriormente de director deportivo.