Escabechina de Verstappen y buen tono de Alonso en el estreno de la F1

Alonso mostró un buen rendimiento con el Aston Martin en sus manos, tercer mejor tiempo por la mañana y más vueltas que nadie (77) en las cuatro primeras horas. Para entonces, Verstappen era ya el más veloz pero no había sacado el cuchillo de la matanza.

Siempre es un momento de expectación máxima para el público de la Fórmula 1 el primer día de entrenamientos. Pese a que el tópico dice que es imposible sacar conclusiones, la historia demuestra que esto es falso. El nacimiento de un coche, sus secretos, su ingeniería de vanguardia, pueden despuntar en pocos minutos.

Sucedió en 2016, Barcelona, el motor Honda del McLaren no arrancó, se destrozó y Alonso se marchó a jugar al pádel a Granollers. «Otra temporada perdida», dijo con un simple vistazo al panorama. En 2009 los equipos vieron, asustados, cómo el Brawn del doble difusor les colocaba casi dos segundos por vuelta en los primeros compases. No hubo rivales para Button o Barrichello en ese curso.

La campaña 2024 se inicia con un rendimiento superlativo de Verstappen con el Red Bull. En visión pesimista, casi encarrilado su cuarto título. Con otro optimismo, tal vez este año cometa algún error o los demás evolucionen. Adrian Newey, el gurú de la aerodinámica, lo ha vuelto a hacer. «Nos dimos cuenta de que todos los demás copiarían nuestro coche del año pasado. Si sólo hubiéramos optado por una evolución, habríamos sido vulnerables», dijo el británico en Barhéin.

A las 10:30 Verstappen se marca un crono antológico con el nuevo diseño de Adrian Newey, 1.32:548. En solo dos horas y media superó el neerlandés su mejor registro de los ensayos de 2023. Por la tarde, con la pista más limpia de arena, dio más hachazos al personal: 1.31:662 y, en la mejor vuelta del día, 1.31:344. Inalcanzable.

Dijo Fernando Alonso en ABC el día de la de presentación de Aston Martin que «no creo que hayamos recortado la diferencia con Red Bull». Y ese pronóstico pareció cumplirse en la primera toma de contacto.

Fue una mañana productiva para Alonso en las cuatro primeras horas (por la tarde Stroll). Dio 77 vueltas (más que nadie) sin contratiempos, potente la fiabilidad del Aston Martin y logró un mejor tiempo de 1.33:385, ocho décimas más lento que el Verstappen matinal.

Las secuencias de largo recorrido de Alonso en la pista fueron marca de la casa, clavando tiempos, sin ceder un milímetro, siempre sólido en la trazada y en la velocidad. El Aston Martin ha caído de pie, tercer tiempo de la mañana, cerca de Ferrari (dos décimas detrás de Leclerc) y mejor que McLaren (Piastri, un segundo peor).

Mike Krack, director de Aston Martin, contó que Alonso estaba satisfecho. «Estaba muy contento por cómo fue todo. Fernando ha hecho un gran trabajo, porque incluso hemos terminado antes de lo que pensábamos». Eso fue antes de los tiempos salvajes de Verstappen por la tarde.

La sesión vespertina elevó a los nuevos ocupantes sobre sus compañeros. Con la pista más limpia de arena y más goma de los neumáticos, Carlos Sainz mejoró a Leclerc, Stroll a Alonso, Norris a Piastri. Nadie a Verstappen, que este viernes se pondrá en el espejo en la comparación con su compañero, Checo Pérez.

Se vio con serias dificultades al Mercedes en manos de George Russell. 122 vueltas y el duodécimo tiempo, a más de dos segundos del imponente holandés. La felicidad de unos siempre es la desdicha de otros.