Franco Colapinto: «Solo Fernando Alonso puede estar a ese nivel a su edad»

El de Pilar (provincia de Buenos Aires) se encuentra, con tan solo 22 años, en el epicentro de una tierra volcánica, rica de pasión y angustias, de luz y oscuridades. Franco, sí, enseña su dentadura al mundo, y decide compartir con ABC algunos de sus pasajes más íntimos y personales de su profesión. Viene de un lugar que vio nacer a Evita y Gardel, Maradona y Leo Messi. Está protegido por el pasado y sostenido por las ínfulas que le acompañarán en el futuro… Efectivamente con Flavio Briatore, que apuesta por su continuidad (se hizo oficial en Interlagos) en un 2026 clave.

Se vienen emociones fuertes, aunque con las raíces más agarradas a la tierra. Colapinto llegó a la escuadra a principios de año sustituyendo a Jack Doohan, y tras un inicio arduo complicado mejoró sus rendimientos, en muchos casos muy cerca de su compañero Pierre Gasly. Ahora se presenta una nueva era como clientes de los motores Mercedes. Además, a su favor juega la popularidad en Sudamérica –mercado clave también para Renault– y un fuerte apoyo de muchos sponsors. Un ejemplo es el partner Alpine Mercado Libre, quien asegura muchos millones de dólares. Demasiados.

–He visto su documental biográfico. Me llamó la atención escuchar y ver a Martín Acosta, uno de tus formadores. Chasista y dueño de un equipo profesional de karting en Argentina. Usted viene de allí. Al mencionarle le equiparaba a Maradona o Messi. Predestinados en el deporte. ¿Esta presión cómo se soporta?

–Yo no me siento así. No sé si soy alguien mediático, una celebridad… A mí esto no me gusta. No creo que por mi personalidad y manera de ser sea ese que dices. Mi sueño de pequeño era llegar a la F1. Todo lo que se fue formando alrededor no lo soñé jamás, mucho menos lo elegí. Todo lo que se suma en torno, quizás, va en el pack de la F1. Trato de ser natural, de ser lo que se ve. Nada más. Los hinchas me ven como un amigo, alguien cercano. No soy una persona que disfrute de la fama, del mundo mediático. Eso no.

–Martín Acosta subrayaba su facilidad para adaptarse con rapidez a cualquier circunstancia. En esto, quizás, le ayudó el psicólogo deportivo Gustavo Ruiz. También lo menciona en su biografía: «Soy Franco» (editorial Aguilar).

–La parte mental me ayudó a crecer, sin duda. Desde bien pequeñito. Sin eso, creo que no habría llegado hasta aquí. Tuve momentos complicadísimos en mi vida, y Gustavo fue clave en todo. A día de hoy, me siento un privilegiado. Tenemos una relación buenísima. Sabe qué me pasa siempre. Me conoce bien. Cuando no le digo lo que verdaderamente siento lo nota enseguida. Además del psicólogo, también tuve gente que me ayudó. Quiero seguir por este camino, porque me va bien así.

–Por la F1 han pasado varios argentinos, Ricardo Zunino, Gastón Mazzacane, Esteban Tuero… Pero en su documental menciona a Fangio (cinco mundiales) y Reutemann (doce victorias). Destacar también a José Froilán González, el primero en ganar con un Ferrari. ¿Esto es un peso?

–Argentina llevaba muchos años (23) sin un piloto en la máxima competición. Esto me da mucha más fuerza. Para mí, pensar que todo un país fanático se levanta el domingo por la mañana para verme… ¡Es fabuloso! Es lo que yo hacía cuando era pequeño, aunque no tenía un compatriota a quien apoyar. Me fijaba mucho en Checo Pérez. Era lo más cercano que teníamos, el mexicano Pérez. Todos somos hispanos, luego nos sentíamos muy cercano a él. Respecto a los que mencionaste, qué decir de Reutemann o Fangio… Me alegro formar parte de todo este elenco. Hablamos de mitos. Para esos aficionados mayores que pudieron verlos, y también para esos niños argentinos de hoy seguro que les hace feliz tener de nuevo un piloto argentino en la élite. Les siento cerca en este proceso.

–Sabemos que Senna siempre ha estado en sus oraciones.

–Crecí viendo a Ayrton Senna. Era sudamericano. Un piloto que creó y generó una historia, un legado en nuestra parte del mundo. Con él comencé a entender la F1, la dificultad para llegar hasta aquí. Gracias a él surgió la pasión. Después, en el colegio leía libros de Fangio. Fue determinante también para que eligiera este camino. Hablamos de dos personas, dos talentos con mucha capacidad para influir, incluso fuera de la pista. Senna, por ejemplo, cambió un país entero. No solo por sus prestaciones con el coche. Le dio una vuelta a Brasil.

–Senna fue muy crítico con la F1. Un altavoz que clamaba por una mayor seguridad en la pista. Ahora se habla mucho de las reformas para 2026, donde se quiere primar el espectáculo. Al deporte le viene bien una voz incómoda que salga del vientre.

–En mi caso, ahora, mido lo que digo. No siempre suelto lo que pienso. Trato de ser más políticamente correcto respecto al año pasado. Lo estoy aprendiendo. Senna, una referencia en todo, se guiaba por su sentimiento. Quería un deporte más justo, seguro, y eso es de admirar. Yo soy uno que discute mucho sobre qué se puede mejorar, pero ahora quizás lo hago de puertas adentro, con la FIA. Son temas sensibles. Pero sí, claro que sentimos la necesidad de decir qué se debe cambiar, remodelar… O qué no. Por suerte, tenemos una cierta influencia, un poco más de poder para ser firmes en nuestra posición. Está bien esto para obtener un mejor resultado. Al final con esto nos beneficiamos todos.

–Briatore ha sido muy duro con usted, pero también le ha sabido reconocer. ¿Cuánto está siendo importante en su crecimiento?

–Ha sido duro, sí, pero es normal. Es clave en mi mejora. Flavio siempre fue así con todos sus pilotos. Es exigente y quiere ayudar. Esa forma que tiene de dureza ha calado dentro de mí y de todo el equipo. Alpine está mejorando mucho. Fue un año difícil, porque el team no está encontrando la velocidad deseada. Estos momentos difíciles ayudan muchísimo para el futuro. Nos estamos preparando. Aprendiendo mucho. Volviendo a Flavio, es muy hábil en entender cuando tiene que exigir y no. Tenemos que seguir aprendiendo, y él es clave por su gran experiencia en este mundo. Dice que hay que ponerle garra, mucha garra.

–Su renovación finalmente se ha producido. Piloto titular de Alpine, en 2026 tendrá su primera temporada completa. Sin embargo, su lema es cholista. «Carrera tras carrera».

–Voy siempre paso a paso, sí. Estoy contento, trabajando muy bien. Sí, cierto que nos está costando, pero hay que terminar bien el curso. Estoy enfocado en el presente para dar lo mejor. Mira Interlagos, lleno de argentinos. Mi primer año aquí como piloto titular. Trato de saborear todo esto que estoy viviendo.

–¿Desde cuándo sabía que renovaría?

–No sabía nada, pero claro que estaba por la labor de continuar. Trabajo para mejorar como piloto, pero también para asegurarme un futuro en la F1.

–De Fernando Alonso tiene ese punto temerario de ir al límite, al margen de la competitividad del monoplaza. Su relación viene de años.

–Estuve en su equipo de Fórmula 4. Me apoyó mucho. Tenía quince años. Para mí, correr y competir junto a él ahora tras haberlo visto por televisión toda la vida… ¿Qué decir? Un sueño. Algo que jamás lo imaginaba. Para todos los rookies es especial. Es nuestro ídolo, alguien que nos entusiasmaba desde pequeños. Crecimos viéndole pelear con Hamilton, otro con quien guardo buena relación. El año pasado estábamos más cerca uno del otro, y fue algo único. Un ídolo para mí, Fernando. Una locura de piloto, el único que puede estar con este nivel a su edad. Algo impresionante. Esa regularidad, esa motivación, su capacidad de sacrificio. Sí, digno de admirar.

–¿Qué consejos le ha dado?

–No lo recuerdo. Para mí ya es increíble estar con él, que me cuente historias. Momentos especiales que te da un deporte como este. Al final somos solo veinte pilotos, pero tenemos la oportunidad de aprender de esta gente. Te marcan para siempre.

–¿Quiénes son sus modelos, Schumacher, Hamilton?

–Lewis es amigo. Era también mi gran ídolo. He pasado mucho tiempo con él. Una vez hicimos un vuelo a Barcelona juntos. Fue uno de los mejores momentos de mi vida. Inolvidable.

–En el documental vimos su gran feeling con España. También con Italia, porque es medio italiano.

–En España me siendo como en casa. Estuve viviendo cuando era pequeño. La F4, después en un equipo español cerca de Valencia… Mis mánagers son españoles. España es mi familia, y volver allí siempre es fantástico. Es como mi segundo hogar. Los españoles y los argentinos somos similares.

–La F1 (controlada por Liberty Media) quiere expandir fronteras, pero no cambia la poesía, el purismo de Brasil.

–Interlagos es mi circuito favorito. Es impresionante, aunque a la vez difícil de manejar por las condiciones meteorológicas. Es algo de locos, muy especial siempre estar allí. Lleno de fanáticos argentinos que no paran de apoyar. Un verdadero placer.