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El desconcertante arbitraje que vuelve ilegible la Fórmula 1

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Las decisiones de los comisarios, cada vez más cuestionadas tras los incidentes y las sanciones en Australia

El pronóstico del jefe de Aston Martin sobre la 33

El accidente de Sainz con Alonso EP

Estirada una vez más la sucursal de las protestas, reclamaciones oficiales, documentos y sanciones después de una carrera de Fórmula 1, hubo equipos y personal que se marcharon del circuito de Albert Park en busca del avión nocturno y no tuvieron conocimiento de la clasificación final del gran premio ... . Un resultado que, como es costumbre, estuvo sujeto al posterior rearbitraje de los comisarios de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA).

Siempre ha habido estos tejemanejes, actividad intensa y movimiento constante después de las carreras, pero en la actualidad la aplicación del reglamento por los jueces es tan desconcertante que por momentos hace ilegible la Fórmula 1.

Los pilotos y el 'staff' dirigente de las escuderías suelen abandonar el país sede de los grandes premios el domingo por la noche. En aviones privados o en vuelos comerciales, el personal de elite se marcha a escape.

El retraso ocasionado por las banderas rojas en Melbourne, el embrollo de los ruegos a la FIA, provocó que el jefe de Ferrari, Fred Vasseur, no pudiera atender a los medios de comunicación escritos como es preceptivo y que el eficaz departamento de prensa de la escudería arreglase el entuerto distribuyendo audios de las entrevistas para las televisiones con derechos.

Fue una anécdota en el océano de intervenciones de los árbitros en Australia. El fin de semana ya se había iniciado con una vuelta de tuerca al reglamento después del podio de quita y pon de Alonso en Yeda. Advirtió la FIA que cualquier roce, por mínimo que fuese, en un coche durante una detención por sanción en el garaje acarrearía un nuevo castigo.

Siguió con la absurda prohibición de la tradición de los mecánicos de subirse a las vallas para celebrar una victoria o un podio de su equipo, por presuntas razones de seguridad, artículo 2.3.2 apéndice H del Código de Seguridad. Como tantas veces se trata de agarrarse al reglamento de la F1 para justificar una decisión.

Difícil de entender

La carrera del domingo fue un punto y aparte. Fernando Alonso admitió que en la última media hora «fue difícil entender lo que pasaba». Incluso para alguien como él, que guio a su equipo, mientras Carlos Sainz le había sacado de la pista, para reclamar que le devolvieran la posición por no haber transcurrido una vuelta como sucedió el año pasado en Silverstone. «Revisadlo inmediatamente, deberían mirarlo ya», apremió el piloto.

La norma del reglamento FIA estipula en su artículo 57.3 que, en caso de que una carrera sea suspendida, la clasificación a tener en cuenta es la del último punto de control oficial. Alonso tenía razón.

Puede ser casualidad, o no, que el CEO de la Fórmula 1, Stefano Domenicalli, haya expresado en voz alta un sentir general desde hace tiempo por parte de los dueños de la F1, Liberty Media. «Soy partidario de cancelar los entrenamientos libres, son muy útiles para los ingenieros, pero no gustan al público».

Liberty ha introducido las carreras al esprint de los sábados, pretende cambiar los viernes, quiere acción y espectáculo, no tedio. En Australia hubo tres salidas por la sucesión de las banderas rojas.

Especialmente controvertido fue el accidente de Magnussen. Lo que antes solucionaban los 'safety car' ahora lo arreglan las banderas rojas. Para cualquier polémica surge siempre el mismo mantra, la seguridad. «Simplemente no entendía por qué necesitábamos una bandera roja. Con un coche de seguridad (en el incidente de Magnussen) y una relanzada normal, no habríamos tenido todas estas maniobras y sí un final normal», expuso el ganador, Max Verstappen.

A George Russell, quien tuvo que retirar su Mercedes por fuego en el motor, le sorprendió la primera bandera roja, el trompo de Alexander Albon (Williams). «Fue innecesaria. No entiendo que está pasando con algunas decisiones».

Los jueces en Melbourne fueron Nish Shetty (miembro de la Corte de Apelación de la FIA), Loic Baqueleine (comisario belga de F1 y F3), Enrique Bernoldi (expiloto brasileño de F1) y Christopher McMahon (comisario local). La FIA impone un sistema rotatorio, nunca los mismos árbitros en todas las carreras. No existe un órgano oficial o un juez único, como era el fallecido Charlie Witting.

Carlos Sainz acabó derrumbado por el castigo tras la embestida a Alonso. «Es la sanción más injusta en la historia del deporte», dijo el madrileño en otra resolución controvertida de los jueces. Sargeant (Williams) y Gasly (Alpine) impactaron contra De Vries (AlphaTauri) y Ocon (Alpine). No hubo sanción. A los árbitros se les acumuló el trabajo. No investigaron la acción de Sargeant. Y casi se disculparon con Haas, que reclamó que se mantuvieran los resultados en las relanzadas. Vino a decir que tenían razón, pero que debieron tomar una decisión rápida.

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