Fútbol Sala
Estalla el caso pasaportes: la UEFA pone coto a las nacionalizaciones exprés
Las denuncias de Portugal y Finlandia podrían acabar con una práctica, la de las nacionalizaciones masivas, habitual en el fútbol sala
Italia jugó el Mundial de 2004 con doce jugadores nacionalizados y solo dos nacidos en el país
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La nacionalización de jugadores extranjeros, en su gran mayoría procedentes de Brasil, ha sido desde siempre una práctica habitual en el fútbol sala. Criados desde niños en el deporte de la «bola pesada», los brasileños siempre fueron reclamados por los equipos y las ... ligas que querían crecer en la pista de 40x20, colonizándolas. Muchos de ellos, adaptados a los países que les acogían para aprovechar su talento y aprender de su juego, se acabaron quedando a vivir en ellos, jugando para sus clubes y también vistiendo la camiseta de su selección. En algunos casos por considerar que no tendrían sitio en su selección, pues durante muchos años fue norma que los jugadores que no jugaban en Brasil no eran seleccionables, y en otros por convicción.
En la selección española hay varios casos, entre los que destacan los legendarios Paulo Roberto y Daniel Ibañes, a los que se sumaron después otros jugadores de enorme talento como Alemao o Fernandao. Pero no ha sido España el único país que hizo crecer su fútbol sala, de clubes y de selección, de la mano del talento extranjero. También son célebres los casos del portero Leo Higuita, jugador del Kairat Almaty e internacional por Kazajistán, o los de Pula y Cirilo con Rusia. Todos jugaban en clubes de su país de adopción y decidieron contribuir a sus selecciones nacionales con la nacionalización.
Sin embargo, con el paso de los años lo que fue un recurso natural, el de integrar plenamente a jugadores que ya vivían y jugaban en el país, se acabó convirtiendo en una fórmula para garantizar mejores resultados por la vía rápida. Hasta hace poco tanto UEFA como FIFA daban por buenas estas nacionalizaciones, incluso cuando no había una relación o arraigo del jugador con su nuevo país, llegando a producirse situaciones tan exageradas como la que protagonizó Italia en el Mundial de 2004, con doce nacionalizados y solo dos italianos.
En la última década selecciones como Georgia o Armenia han aprovechado sus leyes, que permiten nacionalizar a extranjeros por intereses deportivos, para reunir de un día para otro a un buen número de jugadores foráneos en su equipo nacional, lo que les ha permitido llegar a plantar cara a las más grandes selecciones del panorama internacional.
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Pero en las últimas semanas la paciencia de las selecciones que prefieren trabajar de otra manera, solo con jugadores locales, y que se veían superadas después en las fases de clasificación o torneos por estos equipos híbridos, se ha agotado. Así, durante la clasificación para el Mundial 2024, a disputar en Uzbekistán, las Federaciones de Portugal, vigente campeona de Europa y del mundo, y Finlandia presentaron una denuncia contra las de Georgia y Armenia por la utilización irregular de jugadores no elegibles.
Lo hicieron después de ganarlas en la pista (4-2 y 2-3 respectivamente para que no hubiera ninguna sombra de duda sobre sus motivaciones. Y la denuncia ha surtido efecto. Como ya anunció Gustavo Muñana en Relevo el pasado 7 de octubre, el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA decidió dar por perdidos ambos partidos a los denunciados por 5-0. Un claro toque de atención contra su política de «fichajes» exprés.
En los encuentros denunciados Georgia empleó ocho de estos jugadores nacionalizados, nacidos en Brasil, mientras que Armenia hizo lo propio con siete brasileños y dos rusos.
La resolución de la UEFA ha convencido a otras Federaciones para dar el paso de denunciar. Según ha adelantado este miércoles Relevo, los Países Bajos también presentarán una protesta formal ante el organismo europeo para que se revise la elegibilidad de los jugadores nacionalizados por Rumanía, Azerbaiyán y Kazajistán.
Mientras, los equipos señalados y castigados por la resolución de la UEFA han mantenido su línea de actuación en sus siguientes partidos, actitud que tanto Portugal como Finlandia han confirmado que seguirán denunciando.
Resolución completa de la UEFA
«El 6 de octubre de 2023, el Órgano de Control, Ética y Disciplina tomó las siguientes decisiones después de que la Federación Portuguesa de Fútbol y la Asociación de Fútbol de Finlandia presentaran dos protestas después de sus respectivos partidos de la Clasificación UEFA para la Copa Mundial de Fútbol Sala de la FIFA 2024, contra las selecciones nacionales de la Federación de Fútbol de Georgia y de la Federación de Fútbol de Armenia:
1. Declarar el partido (...) entre las selecciones nacionales de fútbol sala de la Federación Portuguesa de Fútbol y la Federación Georgiana de Fútbol, que se disputó el 20 de septiembre de 2023, como anulado para Georgia, por lo tanto se considera que ha perdido el partido 5-0 de acuerdo con los Artículos 27(3) y 27(4) del Reglamento Disciplinario de la UEFA, por la violación del Artículo 38 del Reglamento de la Clasificación Europea de la UEFA para la Copa Mundial de Fútbol Sala de la FIFA 2024.
2. Declarar el partido (...) entre las selecciones nacionales de fútbol sala de la Federación de Fútbol de Armenia y la Asociación de Fútbol de Finlandia, que se jugó el 20 de septiembre de 2023, como anulado para Armenia, por lo tanto se considera que perdió el partido 0-5 de conformidad con los artículos 27(3) y 27(4) del Reglamento Disciplinario de la UEFA, por la infracción del artículo 38 del Reglamento de la Clasificación Europea de la UEFA. Competición para la Copa Mundial de Fútbol Sala de la FIFA 2024».
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