Corre con los genitales al aire, gana la carrera y hace la mejor marca del año

Robinson, situado en la calle número 3, salió bien y se colocó rápidamente en las primeras posiciones. Fue superando las vallas sin problema hasta que al saltar la cuarta el pantalón se abrió más de lo habitual y asomaron sus genitales.

Azorado, el atleta norteamericano siguió corriendo mientras intentaba corregir la situación acomodando el pantalón con la mano izquierda para intentar tapar lo que había quedado a la vista. Maniobró hasta cinco veces, pero no consiguió arreglar el desaguisado textil.

Evidentemente, esa circunstancia afectó a su ritmo de carrera. De hecho, en tropezó y derribó la penúltima valla, pero ni así cejó en su empeño deportivo. Mantuvo el tipo, no se dejó rebasar por Matheus Lima y cruzó la línea de meta en primer lugar, solo cinco centésimas por delante del perseguidor brasileño .

Viéndose vencedor después de todo lo sufrido, Chris se lanzó al suelo, dio varias vueltas, bromeó con sus compañeros rivales y tras colocarse por fin adecuadamente el pantalón, quedó tumbado boca arriba sonriendo.

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Lo que le ocurrió a Robinson —oro en el relevo 4x400 mixto en el reciente Mundial en Pista Cubierta de Nankín (China)— le había pasado también Alberto Nonino en el Mundial sub20 de 2022 en la prueba de 400 metros lisos. En este caso, el percance le costo la victoria al italiano.

En España, la escena vivida sobre el tartán checo evoca irremediablemente a lo sucedido el 14 de diciembre de 1986 sobre el césped del estadio Santiago Bernabéu. El Real Madrid jugaba partido de Liga ante el Espanyol (Español) y a Emilio Butragueño (entonces delantero, hoy director de Relaciones Institucionales del club blanco) le pasó lo mismo que a Chris Robinson. Por cierto, el Madrid también ganó (1-0).