Golf
Ciganda vuela alto
Los últimos logros de la golfista española más victoriosa le acercan a su sexta edición de la Solheim
Sergio García: «Las puertas de la Ryder Cup no están del todo cerradas»
Madrid
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Iniciar sesiónEl golf es un deporte individual, pero en ciertos momentos lo colectivo cambia la percepción de los jugadores. Formar parte de los equipos de la Ryder Cup o de la Solheim Cup (concretamente del bando europeo) hace que algunos jugadores se transformen. Especialmente, los ... españoles.
Con el espejo ya lejano de Seve Ballesteros como guía de los continentales, en las últimas décadas han sido Sergio García y Carlota Ciganda los principales referentes en su lucha bienal contra los estadounidenses. Cada vez que se les pregunta no tienen reparo en señalar que disfrutan más formando parte del grupo que en sus semanas habituales. Y esto se refleja en la pasión que imprimen a sus acciones que contagian a sus compañeros.
Por mor de las alteraciones de calendarios causados por el Covid, Ryder Cup y Solheim Cup coincidirán en septiembre con Sergio y Carlota como protagonistas. Aunque en la cita masculina la gran novedad iba a ser la ausencia del castellonense a causa de sus desavenencias con el European Tour por su marcha al LIV Golf, el acuerdo que recientemente han alcanzado los circuitos le entreabre su presencia en Roma para ayudar a la cuadrilla de Luke Donald.
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Sin embargo, en el torneo femenino va a haber una estrella por encima de todas las demás: Carlota Ciganda. El hecho de que Finca Cortesín acoja las actividades en plena Costa del Sol hará que la afición española se vuelque con las azules y la navarra será la principal atracción.
'La Seve' femenina
Desde que la pamplonesa debutó en Denver en 2013 quedó claro que iba a hacer historia en la prueba. Esto lo comprobaron sus propias compañeras en primera persona, como le sucedió a Suzann Pettersen (que será la capitana en Málaga) en su primer duelo. «No la he visto en todo el partido, pues no ha cogido una sola calle. Pero luego iba sacando los hoyos adelante desde las posiciones más inopinadas. Es lo más parecido a Seve en mujer que he visto nunca», señaló entonces la noruega, gratamente sorprendida por un juego errático pero efectivo.
En las ediciones que siguieron (Alemania, Iowa, Escocia y Ohio) la de Ulzama fue adquiriendo cada vez más importancia, hasta el punto de que ya ha disputado 19 partidos de los que ha ganado 9 (47,4 %). Mas, lejos de su aportación meramente numérica, el espíritu que aporta al bloque es un intangible difícil de ponderar. Tanto que, a pesar de que todavía no había sumado muchos puntos para formar parte del equipo, su amiga Pettersen sabía que la iba a tener a su lado cuando llegase el momento. Lo ideal sería como líder del bloque local, mostrando su maestría con los palos en la mano, para lo cual había una doble vía: la clasificación directa o la selección a dedo. Y, por supuesto, tampoco se descartaba que pudiera hacerlo como vicecapitana, desde un 'buggy' y con un receptor en la mano.
Dos meses providenciales
Afortunadamente, Carlota se ha encargado de disipar las dudas por la vía rápida. Es cierto que no estaba consiguiendo grandes resultados en el Circuito Americano (su mejor puesto puesto fue un quinto en Los Ángeles hace dos meses), pero en cuanto llegó el primer 'major' del año (duodécima) y al reencontrarse con sus amigas del Europeo, vivió otra sensación. La que sintió en el último Abierto de España de 2022 y que reavivó cuando llegaron las Series Aramco a Florida. A las dos semanas: quiso demostrar a su patrocinador y a sus compañeras y rivales que estaba en forma y que los platos fuertes de la temporada estaban a punto de llegar.
Ciganda salió como una moto en West Palm Beach y, a pesar de enfrentarse a algunas de las mejores golfistas mundiales (Lydia Ko, Alison Lee o Lexi Thompson), las batió sin miranientos. «Estoy muy contenta, he jugado muy bien y he controlado el torneo en todo momento; incluso cuando el último día me podía haber liado, al final lo solventé sin problemas», declaró al alzar su séptimo título europeo. Por si fuera poco, la semana pasada fue tercera en el segundo grande del curso (el KPMG) y su determinación ya está al máximo. A sus 33 años, con nueve títulos internacionales a ambos lados del Atlántico, ya se ve en el municipio costasoleño de Casares.
«Me encanta que la Solheim Cup se celebre este año en España y así ayudar a Europa a retener la copa. Este es mi torneo favorito y poder estar en el equipo con las chicas es mi mayor aspiración», comentó con una sonrisa de oreja a oreja. Aunque hasta hace poco no estuvo clara su presencia, ya se ha metido de cabeza en la lista provisional de clasificadas.
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