Ciclismo

Pogacar retoma el mando del Tour tras exhibir su poderío en la cima del Galibier

Tour de Francia 2024

El esloveno abre brecha en la general tras imponerse en la cuarta etapa a sus perseguidores, el belga Evenepoel y el danés Vingegaard

Así ha sido la gran cuarta etapa del Tour

El Souvenir Henri Desgrange es un galardón que se entrega cada año en homenaje al periodista y corredor que le da nombre, creador en 1903 del Tour, la prueba ciclista más importante del mundo. Desgrange tiene un monumento en su memoria erigido en ... la cima del Col du Galibier, así que el primero que corona el legendario coloso alpino recibe un preciado reconocimiento. En las contadas ediciones en las cuales el Tour no pasa por el Galibier, el vencedor es aquel que sube primero la cima más alta de la ronda gala. Richard Virenque y Nairo Quintana son quienes más veces han recibido tal honor, tres cada uno. Desde este martes, Tadej Pogacar también presume de tan preciado 'regalo' (souvenir). Y lo puede y lo debe hacer con todos los honores.

Arropado por su millonario equipo, el esloveno exhibió su poderío cuando tuvo que hacerlo. En las empinadas rampas finales del Galibier asestó un hachazo imparable a sus dos grandes rivales, Vingegaard y Evenepoel. El danés aguantó el tirón durante unos metros, pero le faltaron piernas.

Pogacar podrá presumir también de héroe madrugador. Porque la organización del Tour nunca había fijado tan pronto, el cuarto día del calendario, un ascenso a más de 2.000 metros de altura (2.642 exactamente).

Apenas había cruzado el pelotón la frontera de Italia con Francia cuando comenzó el baile. El poderoso Emirates fue el primero en lanzar a sus corredores. Se sucedieron escapadas varias que, sin llegar a cuajar, sirvieron para desgastar las piernas con la mente puesta en la dura montaña que vendría al final.

En una jornada de calor y viento, combinación infernal, Oier Lazcano se probó y probó a los favoritos durante la parte inicial de la subida al Galibier. No pudo ser. Cuando llegaron las duras rampas finales, el Emirates tomó el mando con la intención de empujar a Pogacar hacia la cumbre. Mientras Evenepoel y Vingegaard se incrustaban astutamente en ese grupo cabecero, el fugaz maillot amarillo de Carapaz se quedó clavado sin remisión.

Pogacar templó, esperó y, en el momento justo, cambió de marcha, voló hacia arriba y, tras coronar la cima, se lanzó a tumba abierta hacia la meta de Valloire, donde se vistió de amarillo con un casi un minuto de ventaja sobre Evenepoel y el resto de integrantes del grupito perseguidor. Entre ellos, el español Juan Ayuso, que tras trabajar a destajo para el ganador esloveno completó el podio entrando tercero.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios