La histórica llegada de la Vuelta a Andalucía a Gibraltar que impulsó definitivamente la carrera

Desde aquel momento, se ha celebrado de forma ininterrumpida a excepción del año 1978, en que las dificultades económicas impidieron su realización. De hecho, ese año la estructura de la carrera desapareció y fue reemplazada por otra que cambió su nombre original por el de Ruta ciclista del Sol.

En ese momento, Luis Cuevas, organizador en solitario de la carrera, decidió relanzarla con el objetivo de que no se perdiera el ilusionante proyecto ciclista nacido décadas atrás en el sur de España y que ya llevaba años adoleciendo de problemas monetarios. En 1979 se disputó por primera vez esta Ruta del Sol, impulsada por la Sociedad Deportiva Publitel de Cuevas.

Siguió estableciéndose en los albores de la temporada, con la principal novedad de que sus recorridos se centraron en la costa mediterránea (Málaga, Granada y Almería), comenzando a expandirse hacia el este más allá de las fronteras andaluzas. Durante estos primeros años de la década de los ochenta, la carrera se adentró en la Región de Murcia, la provincia de Alicante e incluso la de Valencia.

Curiosamente todo esto ocurrió a la vez que la desaparición de la Vuelta al Levante, que tenía lugar en fechas cercanas, por lo que la nueva Ruta del Sol vino a llenar en cierto modo el hueco que habían dejado estas carreras en el sureste peninsular.

Dentro de este contexto de apertura y de búsqueda de nuevos horizontes y visibilidad, y siempre como reflejo de su tiempo, la carrera marcó un hito en su edición de 1986. La organización llevó al pelotón hasta Gibraltar para conmemorar el aniversario de la apertura de la Verja. Fue la primera vez que una competición deportiva la traspasaba y llegaba al Peñón.

Aquello ocurrió el 5 de febrero de dicho año, en la segunda etapa de la ronda andaluza. El recorrido constaba de 143 km entre el parque de atracciones Tivoli World (Benalmádena) y Gibraltar. En la línea de meta el francés del Reynolds Stéphane Guay, compañero de equipo de un joven Miguel Indurain, se adjudicó al esprint la única victoria de su trayectoria (sin contar varios triunfos en el Tour del Porvenir), todo ello en su primera temporada como profesional. Tras él entraron Stephan Joho y un tal Sean Kelly.

Contó con una gran afluencia de público aquella histórica llegada del pelotón ciclista al Peñón, numerosas personas que animaban a los corredores mientras ondeaban con orgullo banderas británicas. Así lo recogen las crónicas del día, como la de Mundo Deportivo, en las que se destaca cómo los espectadores locales aprovecharon para dejar constancia de su voluntad en lo que a su nacionalidad respecta.

También mencionaba dicha crónica las «estrechísimas calles» y los «vertiginosos descensos» que constituían el final de tan singular etapa. Joaquín Cuevas, actual director general de la Vuelta a Andalucía, recuerda cómo se vivió aquel momento y todas las dificultades burocráticas que hubo para llevarlo a cabo: «La gran mayoría no teníamos pasaporte y nos hacía falta, porque aquello era Reino Unido. Tuvimos que hacer de todo con las fotocopias del DNI, los policías y la Guardia Civil controlando cuántos entraban en los coches, cuánto material llevábamos para cualquier lado y cuánto venía para acá. Todos los líos de un paso fronterizo. Era otra época».

Con todo, la repercusión de la entrada de la Ruta del Sol en Gibraltar, sumada al éxito que durante aquella década había tenido la carrera, sirvió para que el gobierno andaluz decidiera apostar por el regreso de la Vuelta a Andalucía, recuperando su nombre original, con apoyo institucional. De esta forma, en 1987 se celebró la Vuelta a Andalucía-Ruta ciclista del Sol, aunando de esta forma en su denominación ambas épocas y dando comienzo a su etapa más larga y duradera, la que ha llegado a nuestros días con una ronda andaluza que sigue creciendo año tras año.

Estaba previsto que la carrera volviera a pasar por el Peñón años después, en 2010, como anunciaron diversos medios de comunicación a finales de 2009. Se trataba de una contrarreloj que iba a ser «histórica y (…) dura por el recorrido que hemos preparado», según recogían las declaraciones a EFE del director de la carrera, aunque finalmente se canceló debido a la tardanza en la respuesta de las empresas gibraltareñas, sustituyéndose por una contrarreloj individual de 10 kilómetros por Málaga.

Cuevas se lamenta por aquella imposibilidad final de volver a llevar la Vuelta a Andalucía a Gibraltar, que fue desafortunada y ajena a la organización de la carrera y a temas deportivos: «Fue un problema político. Estaban muy bien las relaciones de España y Andalucía con Gibraltar pero, de golpe y porrazo, se entorpecieron las vías políticas y nos vimos nosotros afectados en eso». No obstante, la idea de que sus caminos vuelvan a unirse no está completamente descartada. Las comunicaciones entre ambas partes no se han perdido, si bien es necesario «aunar esfuerzos por un lado y por otro».