vuelta a españa
Después de las protestas y la montaña, Philipsen todavía vive
El velocista belga gana en Guijuelo antes de la decisiva subida a la Bola del Mundo en Navacerrada
El director del Israel abandona la Vuelta tras las protestas contra su equipo
Guijuelo (Salamanca)
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónDespués de la marabunta de protestas, manifestaciones en favor de Palestina y contra el equipo de Israel en la Vuelta, después de las raciones potentes de montaña donde los velocistas se refugian en los vagones del cierre de control, Jasper Philipsen todavía vive. El ... velocista belga del Alpecin consiguió su tercer triunfo de etapa, en Guijuelo y su industria del jamón, antes de la decisiva jornada por la sierra de Madrid con doble paso por Navacerrada y final en la Bola del Mundo.
Los organizadores de la Vuelta respiran hondo, cogen la energía que les entregó la contrarreloj sin apenas incidentes de Valladolid y preparan el terreno para los dos etapas de Madrid que pueden desatar más trifulcas por las convocatorias pro Palestina y contra el equipo Israel.
Hay un tensión palpable en la carpa de Unipublic del punto de encuentro en la salida de Rueda (Valladolid). Tanto que los empleados de la empresa organizadora se animan unos a otros analizando que se han tomado las decisiones correctas ante las situaciones de inseguridad y que en Madrid debería suceder lo mismo.
-
El director del equipo Israel abandona la Vuelta tras los líos por las protestas
José Carlos Carabias -
En la curva palestina: «¿Por qué gritan a todos los ciclistas?»
José Carlos Carabias
El rumor de que se podría reducir la etapa de Madrid al circuito de la Castellana, convenientemente vallado de principio a fin, no fue ni desmentido ni confirmado por la dirección de la prueba ciclista. Día a día, o partido a partido, responden al estilo del Cholo Simeone.
Seis trailers llenos de vallas fueron contratados por Unipublic para sellar los doce kilómetros de la contrarreloj. Y el mismo material está previsto que se utilice para la etapa final en Madrid y, si fuera necesario, para la jornada de este sábado en el alto de Navacerrada y los tres kilómetros finales en la Bola del Mundo. Una calzada de hormigón de rampas muy serias tipo Angliru en la que la organización confía en taponar ante la avalancha de banderas palestinas.
Los policías nacionales que se encargan de velar por la seguridad de la carrera, buena parte de ellos de la sección de antidisturbios, tienen la orden de no golpear a los manifestantes aunque se puedan producir brotes violentos de asalto a la carretera o el derribo de vallas.
Las dos personas detenidos en Valladolid por tumbar unas vallas y lanzarse a la calzada al paso de un ciclista del Israel fueron desalojadas por la policía sin cargas. Los retiraron a toda velocidad del asfalto y los expulsaron al otro lado de las vallas.
Desde el plano deportivo la Vuelta a España se dilucida entre dos contendientes. Jonas Vingegaard, que llega sin la pegada y las energías que tenía en el Tour para medirse a Pogacar, y Joao Almeida, el portugués que posee al fin la oportunidad de ganar una gran carrera. «Es matar o morir», resume Josean Matxín, el director del UAE que defiende la actitud de ataque como forma de entender el ciclismo.
«Almeida ha subido su nivel. Sin ser explosivo, ha ganado diez carreras de primera categoría –analiza Matxín–. Va bien en la crono, sube como un avión y es un ciclista inteligente. Y si crees que lo has dejado en la montaña, te equivocas, porque llega siempre».
Vingegaard en modo supervivencia aspira a descontar la última hoja del calendario, esa doble subida a Navacerrada con la guinda de la Bola del Mundo. Como no se fía y la diferencia es corta, el danés sorprendió al portugués en Salamanca y capturó cuatro segundos en el esprint bonificado de Salamanca.
«Sé que por cuatro segundos no se va a decidir la Vuelta, pero quién sabe. He visto la oportunidad y me he lanzado», dice el líder de la Vuelta. «Sé que durante la última semana mi actitud y la del equipo han sido defensivas, pero tenemos que defender el maillot rojo. Ya sé la leyenda de la sierra de Madrid, y que algunos ciclistas perdieron la Vuelta aquí. Yo espero que esto no suceda esta vez».
El esprint de Guijuelo determinó que Philipsen es el más rápido, antes y después de las protestas y la montaña. Pedersen y Aular no pueden con el mejor del mundo en su especialidad. «Yo tampoco sé cómo he llegado hasta aquí –se sincera el belga–. He tenido momentos de moral baja y otros en los que me ayudó al equipo».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete