Ayuso y Rodríguez, dos tesoros para cambiar el rumbo del ciclismo español

Habla Enric Mas, 27 años, desde Alicante en videoconferencia con la prensa y expresa que aún tiene preguntas sin respuesta sobre su rendimiento, utiliza el comodín del 'día a día' y dice que le gustaría jugarse la Vuelta a «un todo o nada», pero que no puede hacerlo porque el Movistar necesita que asegure los puntos que le otorga el segundo puesto actual.

Una cosa sí tiene clara el líder telefónico. «Ayuso y Carlos Rodríguez están resucitando el ciclismo español y yo estoy encantado. Pronto ganarán carreras muy importantes».

Juan Ayuso pudo ser corredor del Movistar hace unas temporadas. El equipo le invitó a compartir unos días en la concentración de pretemporada con el campeón del mundo Alejandro Valverde. La misma invitación le cursó el UAE (Emirates) de Josean Matxín. Pese a la tradición ciclista del grupo de Unzué y la presencia de Valverde, Ayuso se decidió por los árabes. «Me convenció más lo que vi», reconoció en una entrevista a ABC.

Ayuso no cuadra con el estigma ciclista: familia con precedentes en este deporte, entorno rural, cierta necesidad económica. Al padre del corredor le surgió una oportunidad como CEO de Randstad en Atlanta (Estados Unidos) y la familia se desplazó a Georgia. Ayuso, que nació en Barcelona por el trabajo del progenitor, vivió cinco años en Estados Unidos. Regresó a Madrid en 2009, pero se instaló en Jávea (Alicante) por el interés de sus padres en que no perdiera tono en el inglés que había aprendido en Atlanta.

Un amigo de Jávea, Mateo, le llevó a una escuela municipal y de ahí prendió la llama del ciclismo. Portento físico, su director Matxín recuerda que «se paseaba en las categorías inferiores, tal era su superioridad». El director del UAE, un especialista en el seguimiento de ciclistas jóvenes y categorías inferiores, lo contrató para su equipo y lo ha renovado en un compromiso de larga duración, 2028. El padre del ciclista, ya jubilado, es su representante y nuevo aficionado a montar en bici por la profesión de su hijo.

Estandarte de un futuro próspero para el ciclismo español, Ayuso corrió cedido en el Colpack italiano el año pasado y sus resultados ya anunciaban el relevo. Ganó el Giro Baby con 18 años, un Giro de Italia de diez etapas para menores de 23 años.

En su primer curso con el UAE, el ciclista asentado en Jávea se adjudicó el Circuito de Guecho, unas semanas antes de la Vuelta en la que ahora es quinto. «Yo creo que sí podemos tener un futuro con Carlos y conmigo, también con Raúl García Pierna, Igor Arrieta… son corredores muy buenos -comenta Juan Ayuso, gran aficionado a la Fórmula 1-. Carlos y yo estamos evolucionando a un paso mas rápido de lo normal. Pero he corrido en categorías inferiores y conozco a la gente, y creo que Raúl en dos o tres años va a ser una bala. Somos una generación que venimos de un tiempo muy bueno donde hemos ganado todo, y ahora poco a poco vamos a sacar la cabeza».

Carlos Rodríguez tampoco es de familia ciclista. Como Ayuso se apuntó a la escuela de bicis de su pueblo, Almuñécar (Granada), y comenzó un camino de peregrinación con sus padres por las carreras de fin de semana de alevines y juveniles en Andalucía y más tarde, por toda España.

Sus virtudes le llevaron al casting de una estructura que filtra talentos en toda España, los equipos filiales que maneja Alberto Contador. De ahí han salido Enric Mas, Juanpe López, Fernando Barceló y ahora Carlos Rodríguez.

Integrante del pack Contador, educado y formado por el excampeón español, a Carlos Rodríguez le sedujo, inevitable, una oferta económica y deportiva del gigante Ineos en 2019. El Ineos de Froome, Egan Bernal, Geraint Thomas y demás estrellas de la formación británica.

Firmó un contrato de cuatro años, acaba en el 23, y con el preparador español del equipo inglés Xabier Artetxe, conoció las ganancias marginales del grupo que ganó ininterrumpidamente el Tour de Francia desde 2012 (Bradley Wiggins) hasta 2019 (Bernal). «Puedo decir que he aprendido de los mejores», reconoce el andaluz.

Rodríguez muestra una formación similar a la de Ayuso. Bilingüe con el inglés, estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad de Málaga, aprendiz de guitarra y piano, el granadino exhibe en esta Vuelta las condiciones que le impulsan a otra dimensión.