El torbellino del Mónaco se corona: Mike James, nuevo máximo anotador histórico de la Euroliga

Llega James a la cima con 33 años y con una de las carreras más rocambolescas que se recuerdan en la Euroliga, competición que comenzó a acumular estadísticas en el año 2000. Empezó como niño prodigio en su Oregón natal, en las bellas y verdes costas del noroeste bañadas por el Pacífico. Con pecas y muñeca explosiva (llegó a anotar 52 puntos en un partido de universidad) aunque de escaso físico, una cualidad que ha ido perdiendo importancia con el paso de los años pero que, a principios de la década pasada, era fundamental si uno quería aspirar a la NBA.

Ese hándicap le obligó a unirse a la peregrinación que tantos estadounidenses han seguido en los últimos años, la de hacerse un nombre en el extraño baloncesto europeo para, con un poco de suerte, llamar la atención más adelante de aquellos ojeadores que le desecharon en un principio. Con 22 años fue directo al Zalgiris Kaunas, histórico equipo lituano, para luego pasar de incógnito por conjuntos como el KK Zagreb (Croacia) o el Coloso de Rodas (Grecia). Incluso llegó a disputar la tercera división italiana con el Paffoni Omegna. Y fue entonces cuando apareció la conexión española.

Si un jugador destaca en la Euroliga y uno mira su currículum, lo más seguro es que haya jugado en el Baskonia. El club vitoriano es un imán para el talento gracias a su director deportivo Alfredo Salazar y James no fue una excepción. Llegó al País Vasco en 2014 y su explosión fue salvaje. De hecho, el equipo llegó a la Final Four ese mismo año, la última del Baskonia y la única de la carrera de James hasta la temporada pasada, cuando acudió a Kaunas con el Mónaco. Acompañado de nombres relucientes como Causeur, Hanga, Bertans, Shengelia o Bourousis, James dio el salto definitivo en su carrera para convertirse en una estrella de la Euroliga.

«Creo que en aquel momento no fuimos conscientes del gran equipo que teníamos. Éramos jóvenes y teníamos ganas de seguir creciendo y conseguir mucho dinero. Sabíamos que éramos buenos, sí, pero no le dimos el valor que tenía», reconoció el estadounidense hace unos años al mito Arlauckas en una entrevista.

De Vitoria pasó a unirse al bando verde de Atenas, donde jugó con el Panathinaikos. Pero su nombre ya era tan brillante que al fin le llegó la oportunidad con la que llevaba soñando tanto tiempo. En octubre de 2017, con 27 años, debuta en la NBA de la mano de los Phoenix Suns. También pasaría por los banquillos de los New Orleans Pelicans (2018) y de los Brooklyn Nets (2021) con poca repercusión pero, al fin, James podía dormir a pierna suelta y centrarse en el objetivo para el que había sido creado: triunfar en la Euroliga.

En el Olimpia Milán y el CSKA de Moscú su apellido sembró terror, desde Madrid a Estambul, y sus exhibiciones se convirtieron en rutinarias. Pero, como el buen vino, el base encontró su lugar en el mundo en Mónaco. La hazaña de convertirse en el máximo anotador de la competición es suya, pero el Mónaco siempre será recordado como su acompañante en tan magna empresa.