Real Sociedad 1 (4) - Mallorca 1 (5)
El Mallorca elimina a la Real Sociedad en la tanda de penaltis y se cita con la historia
Copa del Rey | Semifinales
Oyarzabal, que neutralizó el gol de Gio González, falló su pena máxima. Durante el partido también erró Brais
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El Mallorca celebra su clasificación para la final de Copa
El Mallorca disputará la final de Copa. Será la cuarta de su historia. La última, en 2003 la ganaron pero ya han pasado más de 20 años. Los bermellones asaltaron el Reale Arena para eliminar a una Real Sociedad que fue ligeramente superior en ... el cómputo de los 120 minutos que duró el encuentro. Oyarzabal, que volvió a meter al equipo txuri-urdin en la eliminatoria con su gol, falló su penalti en la tanda definitiva, lo que le costó la eliminación ante un Mallorca que se mostró ionfalible desde los once metros.
Llegaba la Real Sociedad al partido llena de dudas tras la derrota en Liga en casa ante el Villarreal y la visita a París en Champions, que le obligará a remontar un 2-0 ante el PSG, aunque con la vitola de favorita. Por su posición en la tabla clasificatoria en Liga como por los precedente este año, en el que los txuri-urdin se han llevado los dos enfrentamientos ante los bermellones. Pero el Mallorca sabía que estaba ante una oportunidad histórica y con Aguirre en el banquillo, era sinónimo de seria amenaza. Ambos equipos habían ganado las últimas finales que habían disputado, el Mallorca en 2003 y la Real en 2020, y querían repetir la experiencia. al menos de disputar el último encuentro en el torneo copero.
Primeros minutos equilibrados, con los dos equipos tomándose el pulso y, sobre todo, evitando cometer errores. Casi más importante que marcar un gol era no encajarlo. Alguacil colocaba juntitas sus líneas y Aguirre pedía garra a su zaga. El 0-0 de la ida permitía que tanto Mallorca como Real Sociedad no tuvieran urgencias y pudieran masticar poco a poco la eliminatoria, sabiendo que como mal menor se verían abocados a la prórroga y a los penaltis. Y el escenario favorecía a los vascos, que jugaban en casa con una afición ávida de disputar una octava final copera, aunque los isleños parecían mejor posicionados y flirteaban ligeramente más con el dominio.
Contuvo el aire Imanol a los 20 minutos cuando Zakharyan se echó la mano al costado y pidió asistencia médica tras un salto en un balón aéreo. El ruso llegaba renqueante tras una lesión en la clavícula y parecía resentirse. Quiso probarse antes de aceptar el cambio y dio la sensación que se recuperaba. Regresó y se sumó a los virulentos ataques de su equipo, que con Kubo al frente parecía tomarle el pulso al duelo. De hecho, Zakharyan fue el que realizó el primer disparo entre los tres palos (min. 28) en lo que se llevaba de partido. Lo celebró la grada aunque el tiro estaba exento de peligro, flojo y centrado, sin problemas para Greif, que embolsó el balón sin ningún tipo de problema.
Muchas pérdidas, mucha presión y poca continuidad en el juego era la tónica en la primera parte. Ninguno de los dos equipos se salían del guión. El Mallorca impedía la creación del mediocampo txuri-urdin pero sin mucho más, se limitaba a eso. Daba la impresión que a los dos equipos ya les iba bien el empate. Abdón dio el susto al Reale Arena en una jugada aislada, al rematar cayéndose desde la frontal un balón que salió lamiendo el palo izquierdo de Remiro.
Penalti fallado por Brais
El partido estaba tan cerrado que ni de penalti consiguió adelantarse la Real Sociedad. Gil Manzano no dudó en señalar los once metros después de que un centro de Zubimendi impactara en el brazo de Raillo. El defensor bermellón ni siquiera discutió la decisión. Brais fue el encargado de lanzarlo y Greif el de pararlo. El meta eslovaco leyó a la perfección las intenciones del internacional gallego y le detuvo el lanzamiento con los pies. Jarro de agua fría en Donosti, que ya celebraba el tanto, coincidiendo prácticamente con el pitido del árbitro señalando el descanso.
Acusó el golpe anímico la Real, que a los cinco minutos de la reanudación sufrió otro varapalo con el gol del Mallorca. Un centro pasado de Jaume Costa fue rematado de cabeza por Gio González al fondo de la red. Entró solo el uruguayo para hacer saltar la banca y sacar petróleo en una eliminatoria tan parca en goles. El Reale Arena se frotaba los ojos enmudecido. Había pasado de celebrar el penalti cometido por Raillo a encajar el tanto del defensor del Mallorca.
Partidazo de Gio González, que poco después de batir a Remiro desbarataba un gran centro de Kubo cuando Becker ya se relamía viendo llegar el balón. Buscó Alguacil la reacción de su equipo agitando el partido con la entrada de Oyarzabal, que regresaba casi sin entrenamientos en las piernas. El guipuzcoano era como el Cid, que ganó batallas después de muerto. La Real se ponía en manos de su delantero y de la mística que transmitía. Y a la pata coja el capitán igualó la eliminatoria. Pase filtrado en profundidad de Brais, redimiéndose de su fallo en el penalti, para que Oyarzabal cruzara lejos de la estirada de Greif. 1-1 y veinte minutos por delante
El Mallorca estaba fundido y se le estaba haciendo muy largo el partido. La Real Sociedad, que se sabía superior, quería evitar la prórroga y se volcó sobre la meta de Greif, La tuvo Jaume Costa pero su disparo se fue a las nubes y se llegó a la prórroga. Tuvo que intervenir el VAR para determinar si hubo gol tras una doble intervención de Samu, sacando el balón. En la primera no hubo duda pero en la segunda no quedó claro si el balón había rebasado completamente la línea de gol tras un cañonazo de Tierney. Y como ni el árbitro ni el VAR lo tenían claro el tanto no subió al marcador.
El cansancio favoreció los fallos en ambos equipos pero no hubo más goles y se alcanzaron los penaltis. Alguacil había quitado del campo a varios especialistas como Brais, Merino o Kubo. El Mallorca los anotó todos. Oyarzabal falló el suyo.
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