Joventut 73 - 83 real madrid

El Madrid se queda a un solo paso de la final

Los blancos vencen en Badalona liderados por Musa (25 puntos) y si ganan el lunes pasarán a la última fase de la ACB

Estadísticas del partido

Sergio Rodríguez, defendido por ACB

El Madrid fue domador, no se dejó descentrar por el hostil ambiente del Municipal de Badalona y firmó uno de los mejores partidos de la temporada ante el Joventut (73-83), una victoria que además lo acerca a la final de la ACB (si gana ... el lunes sacará el billete). El trabajo fue coral, muy compactados los de Chus Mateo y muy generosos y virtuosos a la hora de compartir la bola, defender y correr como una jauría a por el aro rival. Fue Dzanan Musa quien destacó por encima del resto de la manada con una gran actuación, pero sin duda la victoria reforzó la idea de grupo. No todo fueron rosas y los blancos acabaron sufriendo de lo lindo tras un arreón de puro orgullo de los catalanes, pese a que nunca perdieron el norte por completo.

Todos los jugadores del Joventut lucían en su camiseta el nombre de Xavier Villanueva, consejero de los catalanes fallecido esta semana, mientras que la grada del Olímpico echaba espuma por la boca, encendida la afición catalana tras el injusto arbitraje, bajo su punto de vista, que los verdes habían sufrido en el WiZink el pasado jueves. Ambiente emotivo y opresivo para el partido clave de la eliminatoria, pues el vencedor estaría a un solo paso de la final de la ACB.

En esa empresa fue el Madrid más ávido en los primeros minutos de duelo. Lanzados los blancos de la mano de Musa, sumaron un parcial de 14-2 que dejó noqueados a los locales, muy desacertados en el lanzamiento y muy lentos a la hora de bajar a defender. Solo Guy, con su eléctrico baloncesto, conseguía evitar que los visitantes se escapasen en el electrónico. Aunque los puntos del estadounidense eran contrarrestados por Hezonja, finísimo y elegante el croata, y el Madrid mandaba con puño de hierro.

Lo más preocupante era la fricción que estaba cogiendo el duelo. Los contactos comenzaban a ser muy duros (un codazo de Tomic a Yabusele casi desata una tangana) y el ambiente que estaba generando la grada sobre el cuadro arbitral y el Madrid era asfixiante. Un volcán en el que los blancos supieron mantener mente fría y progresar en su camino a la victoria.

Susto final

Tras la reanudación, el Madrid fue un ciclón, imperial, casi perfecto en la ejecución de su baloncesto. El Joventut daba la sensación de haber bajado los brazos, más pendiente de las protestas a los colegiados que de intentar darle la vuelta a la situación, y los de Chus Mateo no tenían piedad. Se encargó Musa de no hacer prisioneros, espectacular el bosnio tras unas semanas un poco más apagado de lo habitual. Hubo susto al final de la película, con el Joventut remando contra todo. Llegaron a ponerse a cinco en el último cuarto, pero llegaron un poco tarde a la cita con la épica.

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