Baloncesto
La cuarta patria de Lorenzo Brown
El base estadounidense con pasaporte español lidera a un Maccabi israelí en el exilio que juega en la capital serbia de Belgrado
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Lorenzo Brown, la semana pasada ante el Fenerbahçe
Dicen que los héroes aparecen en los momentos de máxima necesidad, cuando la noche es más oscura y que son ellos los que traen el amanecer. Épicas palabras que se ha encargado de validar Lorenzo Brown (33 años, Georgia, Estados Unidos) en las últimas ... semanas. El base con pasaporte español tuvo que ser evacuado junto con el resto de la plantilla del Maccabi de Tel Aviv, cuando los proyectiles comenzaron a caer sobre la ciudad israelí el pasado siete de octubre, momento en el que comenzó el conflicto con Hamás. El conjunto se exilió en Chipre para luego recalar en Serbia, donde juegan como local en la Euroliga. El balance desde entonces ha sido de cuatro victorias en siete partidos pese a la complicada situación. Y es Brown el líder exclusivo del Maccabi, que hoy se enfrenta al Barcelona (20.05 horas, Movistar) y el martes que viene al Real Madrid, ambos como local.
No le tiembla el pulso al talentoso jugador a la hora de caminar por el desfiladero. Desde que tuvo que abandonar Tel Aviv, ha promediado 13 puntos y 7,5 asistencias por encuentro, números muy serios que alcanzaron sus cotas más altas en las victorias ante el Milán, donde Brown se fue hasta los 20 puntos y 12 asistencias, y ante el Fenerbahçe, ante el que sumó 18 tantos. De hecho, solo el madridista Facundo Campazzo promedia más pases de canasta que el estadounidense en esta Euroliga (7,8 por 7,6). Y lo más importante, ha ayudado a sus compañeros a convertir su casa improvisada en un recinto de difícil visita.
El Partizan de Belgrado, un histórico de la competición, levantó la mano desde bien pronto para ejercer de anfitrión del Maccabi, que corría a contrarreloj para encontrar un nuevo estadio en el que disputar sus partidos como local. Gracias al ofrecimiento de los serbios, los israelíes se mudaron a la mítica Sala Pionir. Allí, a puerta cerrada, el Maccabi de Lorenzo ha sumado dos victorias (Bayern de Múnich y Fenerbahçe) y una derrota (Olympiacos). En los próximos siete días, ante Barcelona y Real Madrid, se confirmará si su buena forma es pasajera o una realidad perenne. Además, desde el día 25, Brown y sus compañeros tendrán que enfrentarse a una laberíntica planificación de viajes. La liga israelí se reanudará siempre que el conflicto bélico lo permita. Una situación que hará al Maccabi jugar de local en Tel Aviv en su competición nacional y en Belgrado en la Euroliga.
La Familia le espera
Una de las razones por las que Brown está a tan buen nivel este curso es porque declinó jugar el Mundial con España para recuperarse de unos problemas físicos que le asediaron en el último tramo de la pasada campaña. La decisión fue muy controvertida, ya que parecía que su vinculación a la selección había sido exclusiva al Eurobasket de 2022, donde su baloncesto fue clave para la conquista del título continental. Pero nada más lejos de la realidad. España le espera para el Preolímpico de julio y Brown, a día de hoy, tiene intención de acudir a la llamada.
Elisa Aguilar, presidenta de la Federación, tenía previsto viajar este noviembre a Israel para hablar con el jugador en persona y ver sus intenciones a corto plazo. Pero, como es obvio, la guerra ha cancelado esa posibilidad. Sin embargo, tal y como apuntan desde la Federación, Aguilar está en contacto telefónico con Brown de forma regular y se cuenta con él para la fase clasificatoria a París 2024. «Mi esperanza es tener el honor de poder representar a España en los Juegos Olímpicos de 2024. Después de pensarlo mucho y de consensuarlo, creo que esta decisión me da la mejor oportunidad para ayudar en la búsqueda del oro el próximo verano en París», aseguró el jugador cuando renunció al Mundial. Unas palabras que llenan de esperanza a la selección, porque con Brown, líder de nacimiento, las expectativas de ganar se disparan.