El Zalgiris complica mucho el pase del Barcelona

Empezó el Barcelona como un ciclón sabiendo que no se le da nada bien ir a remolque y enseguida se pudo por delante en el marcador, dispuesto a tomar la iniciativa y llevarse la victoria en una de las pistas más asequibles, si es que hay alguna, de esta Euroliga. Estaba entonado Koponen , que empezó con un triple y un robo ayudó junto al acierto de Rice a que el Barça ya hubiera anotado 19 puntos a los ocho minutos (13-19), algo que no pasaba hacía mucho tiempo. Pero el Zalgiris colocó un parcial de 6-0 que rompió Doellman . El enfado de Jasikevicius era patente. Un triple de Claver y una falta no señalada sobre Tomic ponían el punto y final a un primer cuarto en el que Barcelona se iba con ventaja en el marcador (18-24).

El Zalgiris apretó en defensa en el segundo cuarto y el Barcelona empezó a hacer aguas. La mala suerte volvió a cebarse con los de Bartzokas y Claver tuvo que retirarse lesionado . Una más. El alero ya no volvería a jugar aquejado de una lumbalgia aguda. Demasiadas desgracias para los azulgranas cuya defensa empezaba a hacer aguas y debía acogerse, una vez más a la épica. Un parcial de 9-3 lograba que los lituanos empataran el electrónico (27-27). A pesar de un segundo cuarto muy discreto, el Barcelona se fue al descanso muy vivo y perdiendo de un punto. Todo estaba abierto en el ecuador del enfrentamiento .

El Barcelona llegó al tramo final dispuesto a jugarse la vida a cara o cruz. El tercer cuarto había sido intenso y aunque a los culés les faltó algo más de agresividad, acabaron en un esperanzador y a la vez incierto 61-61. Un parcial de 0-5 en los primeros instantes puso el miedo en el cuerpo de Jasikevicius . El Barça se fue de seis pero el Zalgiris no estaba dispuesto a romper su racha de dos victorias consecutivas en Euroliga y le devolvía el parcial con un 9-0 que les ponía por delante (73-70). En un minuto el Barcelona había perdido todo el trabajo hecho cuando mejor estaba jugando y Lekavicius parecía Isaiah Thomas. Todo lo que tocaba iba para adentro, lo que obligó a pedir un tiempo muerto a Bartzokas para detener la hemorragia. Del 64-70 se había pasado al 73-70 sin darse cuenta .

A falta de tres minutos se gestó la desgracia culé . Una serie de desaciertos de los culés, con un lanzamiento errado y una pelota perdida de Navarro ponía a los lituanos a ocho puntos (84-76) . De poco sirvió el triple de Rice. El último minuto fue de impotencia y aunque los azulgranas se iban acercando en el electrónico, el Zalgiris supo manejar la presión . En Kaunas se certificó la práctica defunción de los culés en la Euroliga.