«I love Gasol, I love Spain»
Los Ángeles vivió anoche una autentica fiesta. La victoria de los Lakers en la final de la NBA ha sido el espectáculo del año. En realidad, de los últimos seis años. Ni siquiera los Oscars han conseguido igualar la euforia que se respiraba ayer en ... la ciudad californiana. Y, si no, que se lo pregunten a Jack Nicholson, que no se pierde un partido de Kobe, Pau y compañía.
Tras la gesta de los pupilos de Phil Jackson en Orlando, miles de aficionados se dieron cita en las inmediaciones del Staples Center para dar rienda suelta a su alegría, entre importantes medidas de seguridad, para evitar altercados como los sucedidos en la celebración del título de la temporada 1999- 2000.
Además de Kobe Bryant, el de Gasol fue uno de los nombres más repetidos en los cánticos de los aficionados. Lo cierto es que la llegada del pívot de San Boi a Los Ángels ha desatado la pasión por España entre los aficionados de los Lakers. “I love Gasol, I love Spain” (Amo a Gasol, amo España) empezó a corear un pequeño grupo de fans angelinos cuando se percató de la presencia de un grupo de paisanos de “Gasolution”.
“Es impresionante como un único equipo es capaz de unir a tanta gente de tantas nacionalidades, culturas y etnias distintas”, explicó a ABC una de las aficionadas que casi había perdido la voz.
La fiesta se desarrolló de manera más o menos civilizada hasta que un pequeño grupo de incontrolados eludió la fuerte presencia policial y comenzó a festejar el título de su equipo quemando papeleras y saltándolas a modo de improvisadas hogueras de San Juan.
No se sabe si por el fuego o la cerveza, pero la celebración se fue calentando poco a poco hasta que unos pocos aficionados empezaron a lanzar “piedras y botellas contra los agentes”, según confirmó el jefe de policía William J. Bratton las televisiones locales.
El propio Bratton pasó un mal rato al verse rodeado por una decena de aficionados que se puso a saltar y a gritar a su alrededor, jaleándole al grito de “jefe de policía, jefe de policía”.
A medida que la noche avanzaba, las manifestaciones de violencia se recrudecieron. Los aficionados más exaltados consiguieron cortar durante unos minutos la autopista 110, además de arrasar la tienda de una gasolinera en menos de tres minutos.
La noche terminó con la detención de ocho aficionados y numerosos daños materiales, entre los que se incluyen dos coches de policía que quedaron inutilizados.
Las celebraciones continuarán mañana por la mañana, a las 11 hora local (las 20h en España) con un desfile que llevará a los jugadores de los Lakers desde el Staples Center al Coliseum de Los Ángeles, donde ofrecerán el trofeo a los aficionados.
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