Gran Bretaña, el monopolio de Deng

Eso es sobre el papel, que todo lo soporta. Al amparo de la omnipresencia de Luol Deng, el sudanés descubierto por Manute Bol y ahora rutilante estrella de los Bulls , Gran Bretaña trata de reivindicarse como un digno anfitrión de los próximos Juegos Olímpicos, para los que la FIBA, previa votación, decidió clasificarle por abrumadora mayoría. Pero aún le resta un largo trecho, por mucho que sus oponentes recurran al “que viene el lobo” para curarse en salud. Tuteó a Lituania con un discurso elemental, repetitivo, en el que lo que no caía en manos de Deng lo trataba de rentabilizar su batería de escopeteros. El ‘boss’ del equipo completó los 40 minutos y se jugó 22 lanzamientos . Sumado todo a su aportación de ayer, resulta una media en pista de 36 minutos y un intento de canasta cada cien segundos. Monopolio al poder. Por mucho daño que pueda hacer hoy (que lo hará al carecer España de un ‘tres’ sobrado de centímetros y cuerpo), no parece que su efecto kamikaze pueda hundir al actual campeón de Europa .

El suyo es el único rastro de la NBA en el equipo tras la renuncia por diversos motivos de Gordon y Mensah-Bonsu, con quienes se hará un gran esfuerzo final para que se vistan con los aros olímpicos en su país. Bueno, hay otra conexión de Gran Bretaña con la mejor Liga del mundo. Se trata de su técnico, Chris Finch , al que Kevin McHale se ha llevado como asistente al centro de operaciones de los Houston Rockets. El entrenador norteamericano tiene una brillante hoja de servicios en Europa, donde entrenó al Sheffield (Inglaterra), Griessen (Alemania), Bree y Dexia Mons (Bélgica), antes de hacer campeón de la D-League a Río Grande Vipers. Su balance incluye títulos nacionales, una final de la Eurochallenge y la clasificación para los play-off en 11 de sus 12 almanaques en los banquillos.

Además de Deng, el peso del equipo lo soportan en la segunda línea del trineo los ACB Freeland y Clark , habida cuenta de que Archibald, de cuerpo presente, no ha disputado un solo minuto por problemas físicos. Una pléyade de jóvenes, como el proyecto de jugador (18 años) del Caja Laboral Devon Van Oostrum (negocia el Baskonia su cesión al Tarragona de LEB oro; ayer disputó 21 minutos) contrasta con el incombustible Nate Reinking, que se prepara para apagar en diciembre 38 velas en la tarta de su ‘B-Day’.