España arrasa a Túnez en el estreno

El balear se dolía antes de lanzar los libres cuando sonó un grito desde la grada. «¡Échadle huevos, Rudy!». Era la primera vez que la afición española se hacía notar, pero el mensaje caló de inmediato. Como si fuera un trueno que anticipa la tormenta, que descargó fría sobre Túnez. Dos minutos y medio plenos de acierto para la selección, que enjugó la diferencia con cuatro triples consecutivos que llevaron la firma de Colom, Llull (2) y el propio Rudy, además de una canasta de Marc (33-29, min. 15).

Había despertado España tras un mal inicio. Otro más en un gran campeonato. La idea de Scariolo era tratar de encaminar cuanto antes la victoria, pero tuvo que resignarse de nuevo. El acierto de Mejri (13 puntos al descanso) y Roll (8) se unió al exceso de confianza de la selección y ese cóctel obligó a darse un calentón prematuro para no ver peligrar el triunfo. Al descanso se llegó ya con ventaja mínima de España (42-39), que salió en el tercer cuarto dispuesta a sentenciar el partido.

Lo hizo con una defensa, ahora sí, a la altura del campeonato. Agua fría. Otra tormenta para Túnez, de la que ya no pudo recuperarse el equipo africano. Corría España, haciendo daño en cada ataque. Sumando puntos con una facilidad pasmosa. Caían la lluvia sin que Túnez encontrara cobijo, mientras el parcial se hacía más y más grande. Ricky comandó las operaciones, con Marc Gasol como líder y Juancho de ejecutor. El menor de los Hernangómez firmó un encuentro perfecto en el tiro, al que unió es intensidad defensiva que tanto reclama Scariolo. Es Juancho el termómetro de España y si él está bien, se nota. La diferencia se había hecho irreversible mediado el tercer periodo (55-40, min. 24), pero fue la vuelta de Llull a la cancha lo que terminó de romper el partido.

El balear recuperó de repente la chispa perdida. A sus dos triples del primer tiempo sumó otros dos en el cierre del cuarto. 10 puntos en total para él de forma consecutiva. Lluvia, pero de mandarinas esta vez. La más deseada por el madridista, que lleva meses de capa caída (72-47, min. 30).

Con el choque decidido, Scariolo respiró y pudo poner en práctica, al fin, su plan inicial de repartir esfuerzos y minutos. Con la entrada de Rabaseda, habían jugado ya todos los jugadores. Fue Pau Ribas el que destacó por encima del resto en ese tramo final, en el que anotó tres triples seguidos. Tormenta final que sirvió para cargar de confianza las muñecas pensando en el futuro próximo, donde esperan Puerto Rico e Irán, que protagonizaron un encuentro eléctrico que se decantó del lado boricua (81-83) tras haber ido perdiendo por 16 puntos a falta de cinco minutos.