Los Clippers barren a los Lakers en fase regular por primera vez desde 1975

Los Clippers jamás habían alcanzado esa proeza desde que Donald Sterling comprara el equipo en 1981. Lo consiguieron como los Buffalo Braves en la campaña 1974-75. El equipo de Vinny del Negro contó con unos espectaculares Chris Paul (24 puntos y 12 asistencias) y Blake Griffin (24 tantos y 12 rebotes), mientras que por los Lakers destacaron un fatigado Kobe Bryant (25 puntos, 10 asistencias y 7 rebotes en 47 minutos) y Dwight Howard (25 tantos y 4 tapones). Pau Gasol aportó 12 puntos, 13 rebotes y 8 asistencias.

La salida en tromba de los Lakers (1-8), haciendo gala de su renovada circulación de balón y acertados desde el perímetro gracias a Bryant y Steve Blake, se topó con la imparable pareja formada por Paul y Griffin, que comenzó a recortar distancias en pleno intercambio de triples por parte de Earl Clark, Matt Barnes y Jamal Crawford. La entrada en cancha de los secundarios locales y la relajación en la defensa de los de púrpura y oro (parcial de 12-2) propició el cambio de liderato y, gracias principalmente a un motivado e inspirado Barnes, los de Vinny del Negro se fueron por delante (30-25) al término del primer cuarto.

Los Clippers consiguieron entonces un pequeño colchón (41-32) que su rival hizo desaparecer rápidamente merced a la afinada muñeca desde la personal de Howard, quien gozó de buenos minutos en ataque con "alley-oop" incluido a pase de un Bryant tan generoso -alcanzó la cifra de 9 asistencias antes del descanso- como despreocupado de cara al aro -4 puntos-

Sin embargo, un triple de Caron Butler dejó el resultado en 56-49 en el intermedio. Los Lakers necesitaban los puntos de su estrella, contener la velocidad de su contrincante y recuperar el dominio en el rebote, pero ninguna de esas claves se dio en el arranque de la segunda mitad, donde llegaron a ir 14 abajo (69-55) tras otro lanzamiento exterior de Butler.

Bryant, sin duda, acusaba el cansancio acumulado en los tres choques anteriores, donde disputó 138 de los 144 minutos. Hoy jugó 47 minutos seguidos y descansó unos segundos cuando el choque ya estaba decidido.

La defensa de los de Mike D'Antoni mejoró -brillante Howard con tapones a diestro y siniestro-, pero cerrar el rebote parecía una misión imposible (36-26). Con 82-70 a falta de un cuarto, todo parecía muy dirigido a la victoria local y a pesar de los esfuerzos visitantes, los de púrpura y oro sólo pudieron dejar la desventaja en 10 puntos (97-87) a falta de 4 minutos.

Entonces aparecieron Paul y Griffin para poner el broche. El primero con su mano maestra al contraataque y dar la tranquilidad y el orden necesarios en esos instantes finales. El segundo con un par de mates marca de la casa y, finalmente, un triple que puso al público en pie rindiendo pleitesía a sus ídolos. Los Lakers, a pesar de la derrota, podrían mantener la octava plaza del Oeste si Utah pierde hoy en la cancha de los Golden State Warriors.