Griezmann manda callar y se encara con el Metropolitano

Así ocurrió en el partido ante el Valencia. Griezmann frenó un contragolpe en el último minuto del partido y decidió retener la pelota para que sus compañeros se desplegaran. El parón en el juego impuesto por el francés no sentó bien a la grada, que estalló en pitos. Griezmann no se contuvo y se llevó el índice a los labios para hacer callar a los aficionados. Justo después, tras quitarse el balón de encima, levantó la mano derecha en un claro gesto de desaprobación.

Griezmann encontró la ayuda complice de Diego Simeone y de sus compañeros tras el partido. El entrenador del Atlético de Madrid, valoró que su pupilo «hizo lo que tenía que hacer»: «a gente quería ganar y los futbolistas leen lo que tienen que hacer».

«La gente quería ganar, se fueron todos felices, están festejando en su casa y todos contentos», resumió el técnico en la rueda de prensa.

«Creo que hubo una comunión entre la gente, Griezmann y el equipo y se vivió un momento extraordinario en el final del partido. La gente quería ganar y los futbolistas leen lo que tienen que hacer. Y Griezmann eligió todo bien en el partido. Trabajó bien con Parejo, no atacó innecesariamente cuando no había ataque, sostuvo la pelota cuando la tuvo que sostener... Es un jugador que cuando está bien como ahora es extraordinario», explicó Simeone.

Su compañero Saúl Ñíguez declaró que son «cosas del partido». «La gente de fuera es normal que pida más. Griezmann ha leído muy bien lo que había que hacer, porque si perdemos la pelota en ese momento es complicado. El gesto es una opinión, la gente quiere más, lo entendemos, pero a veces hay que ser inteligentes como lo ha sido Griezmann y darle pausa al partido. Me parece bien», valoró.