Andrés Temiño repite gesta: campeón del mundo individual

Después de celebrar con Elia, volvía a subir al podio, esta vez solo, tras lograr la primera medalla individual de oro para España en la historia de los Mundiales. Bicampeón mundial en 48 horas: un título colectivo y otro personal que lo instalan en la élite absoluta.

El recorrido fue impecable. Arrasó al cubano Hugo Franco en dieciseisavos (7-1), se impuso a Su Yu-Yang (China Taipéi) y al mexicano Matías Grande por 6-4, y en semifinales desarmó a Kim Je Deok, triple campeón olímpico y favorito local, con tres dieces consecutivos en la remontada definitiva (6-4). La final, ante D'Almeida, tuvo guion de montaña rusa: alternancia de sets hasta llegar al 5-5, y una flecha decisiva que viajó directa al centro.

En los meses previos, Temiño y Canales habían preparado el Mundial con métodos poco habituales instaurados por el anterior seleccionador, Elías Cuesta, hoy al frente de la selección de Estados Unidos. Retiros de meditación en silencio, entrenamientos nocturnos para aprender a escuchar el cuerpo, sesiones para reforzar la confianza en el tiro. Todo ese trabajo, invisible fuera de la línea de tiro, encontró sentido en Corea.

Su irrupción parece repentina, pero la base estaba ahí. Debutó en un Mundial en 2023 y cayó en segunda ronda, pero meses después ganaba su primer oro en una Copa del Mundo derrotando a Kim Je Deok. Formado en el Club de Tiro Zaragoza, no estuvo en los Juegos de París 2024 por decisión técnica, pese a un gran tramo final de ciclo. El burgalés Pablo Acha ocupó ese jugar. Esa espera ha desembocado en una madurez precoz: dos títulos mundiales en dos días y la sensación de que España tiene una figura para el ciclo hacia Los Ángeles 2028.

El deporte español vive otra de esas gestas improbables, pero pocas habían resultado tan compactas como esta. En Corea, contra los mejores, Temiño abrió un territorio desconocido: el del tiro con arco español en lo más alto del mundo. Una irrupción que no parece un milagro, sino la primera página de una carrera que apenas comienza gracias al trabajo bien hecho.