El tirador burgalés Pablo Acha debuta en París en unos Juegos Olímpicos: «No hay que mirar a las medallas como un imposible»

«No hay que verlo como algo imposible, de hecho no me extrañaría lograrlo, sería algo de lo más normal», aseguraba Acha desde la Villa Olímpica de París a los medios de comunicación. El tirador inicia la competición como el número 16 del ránking mundial, si bien combinado con su compañera asciende en la lista hasta una séptima posición que invita a poder soñar.

Sus opciones pasarán en gran parte por el aspecto mental, siendo la concentración uno de los aspectos clave en su deporte y especialmente en un entorno que ni mucho menos va a ser el habitual para ellos, ya que se esperan unas 8.000 personas en las gradas de la explanada de Los Inválidos cada día de competición: «No estamos acostumbrados a un ambiente así, por lo que las últimas semanas nos hemos centrado mucho en tratar de gestionarlo, nuestro entrenador nos ha puesto a lanzar tirándonos agua, golpeándonos con espuma, haciendo ruidos… en mi caso cuando más me cuesta gestionar los nervios es yendo hacia la posición de lanzamiento y es en lo que me estoy mentalizando».

En este aspecto, tanto Acha como el resto del equipo nacional ha trabajado la parte mental en un monasterio de Lérida, donde estuvieron recluidos bajo 'voto de silencio' durante cuatro días. «Trabajamos el tema de la meditación, de estar en el momento presente y pendiente de lo que depende de ti, no de factores externos, aprendimos a mantener el foco mucho tiempo en el objetivo y la verdad que fue una experiencia bastante bonita».

Importancia extra para la salud mental, donde reconoce haber llevado un proceso de aprendizaje del que Acha destaca «el saber disfrutar de cada entrenamiento, de cada competición, a veces te puedes obsesionar con el rendimiento y pierdes el foco, el porqué practicas un deporte en el que empezaste porque te gustaba y porque te llena. Si no eres capaz de disfrutar con las horas que entrenas es imposible que rindas como quieres».

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El tirador burgalés fue uno de los primeros deportistas españoles en aterrizar en París, destacando de la Villa Olímpica «el estar arropado por el resto de deportes, te sientes muchísimo más profesional y los medios son increíbles», con la anécdota de haberse podido sacar una foto «con Rafa Nadal, que es mi referente por su forma de entender el deporte, es un sueño», informa Ical.

La competición de tiro con arco arranca con la ronda de ránking, que servirá para realizar los emparejamientos tanto del torneo individual como del de equipos mixtos, donde sí será más importante este primer resultado ya que solo los 16 primeros países pasarán al cuadro final.