Álvaro Martín reedita su oro europeo en los 20 kilómetros marcha

En esa prueba López rompió la carrera casi de inicio con un ataque demoledor. No fue así en los 20 kilómetros. La carrera nace rápida, pero la primera gran selección no se hace hasta el kilómetro 10. Hasta entonces nadie consigue romper el grupo. Lo intenta el turco Salih Korkmaz. También el incansable Karlstrom, de nuevo entre los mejores pese a tener que abandonar entre arcadas y calambres musculares solo cinco días. El sueco, doble medallista de bronce en Oregón, muestra en su rostro los mismos síntomas de agonía, pero eso no le impide liderar.

La pesadez en las piernas va dejando cadáveres por el camino. Cede Iván López, el cuarto español en discordia, que finalmente entra en meta undécimo. También se descuelgan los alemanes, rivales a tener en cuenta. Mientras, Martín, García y Amezcua transitan siempre en segundo plano, pero sin perder de vista la cabeza. En apariencia tranquilos, confiados en sus posibilidades.

Karlstrom rompe la prueba en el kilómetro 13, donde por primera vez se baja de los cuatro minutos. Es un ataque fuerte que solo consiguen resistir Martín y García. Las medallas se están decidiendo en ese momento.

Poco después llega el contraataque. Es Martín quien mete una marcha más. Le sigue García, pero no Karlstrom. El doblete de hace cuatro años se convierte en una posibilidad real, pero García paga el rigor del fuerte ritmo de su compañero. Se lleva la mano al abdomen y se ve superado por Karlstrom. A partir de ahí, al pupilo de José Antonio Quintana, mismo entrenador de Raquel González, le toca resistir. Cruza la meta con 14 segundos de ventaja sobre Amezcua, al que su carrera de menos a más no le da para lograr la medalla.

Martín sigue a un ritmo altísimo, pero llegan las amonestaciones. El extremeño suma dos a falta de dos kilómetros. Una más y estará condenado. Pero no llega. El español se centra en la técnica y mantiene a raya a Karlstrom, que bastante tiene con no desplomarse y perder el sombrero de vikingo con los colores de su país que le han colocado. A Martín, 28 años, de Llerena, estudiante de Derecho ya licenciado en Políticas, atleta combativo y reivindicativo, también le da para recibir la bandera española antes de cruzar la meta. Es oro europeo por segunda vez, un éxito solo al alcance de los más grandes.

Aún quedaba otra opción. También clarísima, porque María Pérez iniciaba la prueba femenina de los 20 kilómetros, también como vigente campeona. La granadina era presentada en último lugar, síntoma de respeto, y en cuanto sonó el disparo se puso en cabeza.

Pérez venía al Europeo después de una malísima experiencia en el Mundial de Oregón, donde fue descalificada antes de llegar al ecuador de la carrera. Una eliminación exprés sorprendente en una atleta extremadamente escrupulosa en lo técnico. Aquel drama se repite de nuevo en Múnich, donde la española recibe tres tarjetas seguidísimas antes del kilómetro diez.

Pérez, que para entonces marcha destacada en cabeza, unos metros por delante del resto de favoritas, es enviada al 'pit lane'. Dos minutos de sanción que condenan sus opciones de medalla. La granadina entra sonriendo a cumplir su sanción, tal vez incrédula de estar viviendo la misma situación que hace apenas un mes.

La española regresa a la pista con rabia, a un mundo de las mejores, pero empeñada en dejar su impronta. En los siguientes dos kilómetros recorta 26 segundos, pero la opción de volver al grupo principal es una quimera. Pérez llega a colocarse séptima, con puesto de finalista, pero a menos de dos kilómetros de la meta acaba recibiendo la cuarta amonestación que le deja fuera de la competición.

El oro es para la griega Antigoni Ntrismpioti, campeona también en los 35 kilómetros por delante de Raquel González. Un triunfo contundente pese a que inicia con dudas, unos metros por detrás del grupo de cabeza. Tarda en coger el ritmo, pero cuando acelera nadie puede seguirla. La plata se la lleva la polaca Katarzyna Zdzieblo, doble subcampeona también en el pasado Mundial. El cambio de distancia, de los 50 a los 35, ha puesto de moda los dobletes. Cierra el podio la alemana Saskia Feige.