Abel Antón: «Fui el último atleta blanco en ganar el maratón de Berlín, será difícil ver otro»

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Ignacio Romo

El protagonista de la mejor carrera de la historia del atletismo español, la final olímpica de 1.500 metros en el 92, habla para ABC del pasado y el presente

-Se le ve fino…

-Es que desde que empecé a los 13 años no he dejado de correr. Y ahí seguimos. Con 61 años sigo manteniendo la forma y corriendo todas las populares que puedo. Da igual si me media maratón, un 10K o un 15K. Me hace sentir orgulloso de mí mismo.

-Y ahora, además, también con la bicicleta.

-Ya llevo bastantes entrenamientos con ella. Precisamente el otro día llevaba dos horas y pinché. Tuve que pararme. Estoy metiendo dos días a la semana en tres horas, tres horas y media... Si vas a la Titan sin entrenamiento lo pasas muy mal. Me está gustando, me estoy adaptando muy bien. Serán cien kilómetros diarios, que es un palo para el cuerpo. Pero creo que gracias a mi condición de atleta el físico lo llevo bien. También confío en mi equipo. Somos veinte y entre todos nos vamos a ayudar para terminar la carrera.

-Este 2024 se cumple el 25 aniversario de su segundo título mundial de maratón, en Sevilla. Y puede presumir de ser el último atleta blanco en lograr un éxito así. ¿Volverá a pasar?

-Nunca se puede decir un no rotundo porque el maratón de un gran campeonato no es igual a correr Londres o Berlín. En un Mundial o en unos Juegos Olímpicos las circunstancias pueden variar. En Sevilla, con cuarenta grados de temperatura, con mucha humedad, el atleta africano no aguanta tan fácil. Y ahí se puede colar. En ese tipo de competiciones no se corre a ritmo de récord, y alguien que se lo prepare bien y sea capaz de correr en 2:07 o 2:08 puede ganar.

-Otra cosa son los 'majors'... Habrá gente joven que se sorprenda al ver su nombre en el palmarés de los maratones de Londres o Berlín, coto privado hoy en día de kenianos y etíopes.

-Claro. Esas son carreras que ahora se corren a ritmos endiablados y en las que los africanos tienen un plus. Fui el último atleta blanco en ganar en Berlín. Y eso sí que es más difícil que pueda suceder porque van a por el récord del mundo siempre. Y esos tiempos de 2:01, 2:02 están muy limitado a esos atletas.

-La especialidad ha cambiado una barbaridad.

-Antes las pruebas estrella estaban en el cross o en la pista, en el 5.000 o en el 10.000. Ahí acudían los mejores fondistas. Pero el maratón ha evolucionado mucho. En mi época, en Valencia participaban 1.500 personas. Ahora son 30.000. Y quien dice Valencia dice Madrid o Sevilla. Todas las maratones españolas han subido a un volumen de atletas importantes y en el resto del mundo han surgido otras muchas en las que hay mucho dinero de por medio. Yo tengo muy claro que los atletas africanos lo que quieren es ganar dinero. Y donde lo ganan es en la maratón. Por eso desde muy jovencitos se dedican a esa distancia. Y si a eso le sumas que cada año surgen diez nuevos…

-Campeón de Europa de 10.000 metros, campeón del mundo de maratón en Atenas, reedición del título en Sevilla, las victorias en Londres o Berlín… ¿Con qué se queda?

-A ver, mi momento es Sevilla. Y lo es por muchas razones. Llegaba como campeón y no había nadie que hubiera conseguido ese doblete. Encima en mi país, que nunca se había hecho un campeonato como ese. Me pilló en el mejor momento de forma y ganar así, en tu casa, con tu gente, es lo más grande que le puede ocurrir a un deportista.

-¿Y qué recuerda de ese momento?

-Me quedé solo a falta de cuatro o cinco kilómetros y ahí ya vi que iba a ganar. Y luego, recuerdo la entrada a un estadio abarrotado, con 65.000 espectadores animando. Fue un momento muy bonito, fantástico. El mejor momento deportivo de mi vida es esa entrada al estadio de La Cartuja.

-¿Cómo se lleva con las zapatillas estratosféricas?

-Ha cambiado todo mucho. Siempre dicen que mejoran tu rendimiento unos dos minutos. Así que yo, que me quedé en 2:07, podría haber corrido en 2:04 o 2:05. Pero bueno, cada momento es único. La alimentación tampoco era igual antes que ahora. Pero lo que está claro es que los títulos ahí están. Y quedan para toda la vida. Los hagas con 2:07 o con 2:05.

-¿Qué pensó al conocer la muerte de Kelvin Kiptum?

-Como todos. Me quedé muy sorprendido. Representaba el resurgir del maratón. Abría la posibilidad de bajar de las dos horas. Se fue un maratoniano que podía haber hecho historia, porque era muy joven.

-Y su olfato de atleta, ¿qué le dice del caso Katir?

-Para mí, Katir es el mejor mediofondista y fondista español que hay en este momento. ¿Qué es lo que pasa? Que se ha confiado. No ha hecho los controles por sorpresa y creo que ahí ha sido un poco torpe. Tenía que haberse dado cuenta de que a otros atletas les ha pasado lo mismo que ahora está sufriendo él. Se ha fastidiado unos Juegos Olímpicos y una posible medalla en París. Eso, y dos años en los que no va a poder estar al máximo nivel.