Tom Brady, la victoria sin fin

Como símbolo, su victoria del domingo (31-9) fue a costa de Patrick Mahomes, 18 años menor que él , quien en caso de un haber revalidado el título con los Kansas City Chiefs podría haber establecido una nueva dinastía. En cambio, Brady se aseguró de seguir escribiendo su estupenda historia en letras doradas.

¿Qué lugar puede tener esta nueva coronación en su corazón, después de los seis anteriores ganados con los New England Patriots, el club en el que desarrolló la mayor parte de su carrera? Tras el partido, el quarterback se negó a compararlos, al recibir su quinto trofeo de Jugador Más Valioso de la final , por una buena y sencilla razón: todavía pretende ampliar su extraordinario récord.

Lo dijo una y otra vez, se ve jugando bien al menos hasta los 45 . Este es su proyecto definitivo y esto es lo que lo hace único. Basta mirar su colección de trofeos Vince-Lombardi: cuatro fueron conquistados con 37, 39, 41 y 43 años, edades extrañas en una NFL donde una carrera deportiva dura un promedio de 3 años y 4 meses.

Los innumerables registros (más de 80, desde los más significativos hasta los más triviales) que acompañaron su interminable ascenso son todos obstáculos casi imposibles de superar para aquellos, como Mahomes, que tuvieran la ambición de competir con él en los libros de historia.

¿Quién puede superar a Brady en número de finales disputadas (10)? ¿Quién como él puede tener más títulos de liga que cualquier equipo (Nueva Inglaterra y Pittsburgh se han coronado seis veces)? ¿Quién puede enviar tantos pases de touchdown (21) en Super Bowls?

«Nunca podría haber imaginado que resultaría así. Nadie podría haberlo hecho», dijo Brady. Tiene razón: ni siquiera los Patriots pensaron que se llevarían el premio gordo con este tipo alto (1,93 m, 102 kg) cuando lo seleccionaron en el puesto 199, en la sexta ronda del draft del 2000 .

Thomas Edward Patrick Brady Jr, nacido el 3 de agosto de 1977 en San Mateo, California, fanático de los San Francisco 49ers , tenía entonces 23 años. Es el cuarto quarterback en la jerarquía del equipo, que se resiste a retenerlo. Pero eso no dura mucho allí.

Impulsado por una ética de trabajo y un espíritu competitivo inalterable -el cuerpo técnico recibió llamadas en medio de la noche advirtiendo que Brady acababa de llegar a las instalaciones para entrenar solo- se convirtió en titular en su segunda temporada, inmediatamente premiada con un primer título de liga en 2002.

Le siguieron dos más en 2004 y 2005, que lanzaron el reinado formado por el dúo quarterback/entrenador más icónico de la NFL, formado con Bill Belichick .

Diez años separan sin embargo su tercera coronación de la cuarta, durante la cual Brady pierde dos finales , se recupera de graves lesiones (rodilla, pie, tibia), se ve acusado de hacer trampa en el escándalo de 'Deflategate', práctica que consiste en reducir la presión de los balones para lanzarlos mejor y, para las páginas de celebridades, se casa con la modelo brasileña Gisele Bundchen.

Se dice que está acabado, pero lo mejor está por llegar, como con la exitosa remontada en la Super Bowl de 2017 donde llevó a los Patriots a la victoria (34-28) al final de la prórroga, en un partido que tenía ganado Atlanta. Su obra maestra.

¿Su secreto para mejorar con la edad? Una ciencia en profundidad de su deporte («cuanto más estudio, más miro, más comprendo»), una estricta higiene de vida (sin alcohol, carne, azúcar, gluten, lácteos ...) y el amor por el juego, a pesar de más de 150 lesiones acumuladas en dos décadas . «Cuando estás en el vestuario, es como si fueras un niño de 14 o 15 años que nunca crece. No lo necesitas», dice.

Este chico ocupa un lugar único en el Panteón de los más grandes deportistas estadounidenses, junto a Michael Jordan o Babe Ruth. Pero él asegura que le presta poca atención a esto. «Para mí, el éxito nunca se trató de touchdowns o Super Bowls. Siempre se trató de tratar de maximizar mi potencial. Ser lo mejor que puedas ser».

«En el primer año de secundaria, no sabía cómo ponerme protecciones. Solo esperaba jugar porque quería ser como Joe Montana. Cuando tuve la oportunidad de ir a la universidad, quería sólo jugar para Michigan. Luego, cuando fui reclutado por los Patriots, quería jugar en la NFL».

«Han sido una serie de pasos como ese... tratar de mejorarme un poco más cada año».