Jornada histórica para España: seis medallas en cuatro horas

Apenas unos minutos más tarde, llegaba el oro de Kim López en lanzamiento de peso. El valenciano, que tiene una miopía magna de nacimiento, logró un lanzamiento de 17.04, imposible para sus rivales porque se ha convertido en récord del mundo, mejorando en dos centímetros el que había impuesto el propio López. Superarse a sí mismo cuando ya casi era imposible, pues en Río 2016, su primera participación paralímpica, también se colgó el oro en esta prueba.

«Es el ciclo más duro que he hecho, en el que más me he preparado», intentaba explicar nada más pasar por el podio. «Ha habido problemas externos, tuvimos una lesión muy fuerte y hemos luchado muchísimo para estar en estas condiciones. Estaba mejor de lo que se ha visto ahí fuera. No estaba saliendo lo que tenía que salir. Pero estoy muy contento de haberme concentrado y sosegarme en la prueba. Durante la cuarentena maduré mucho, vi que podía ser mejor», pudo analizar después, algo más tranquilo. Tan contento, que ya amenaza a sus rivales para París: « Estoy para lanzar mucho más lejos , así que espero llegar a París lanzando más lejos. Sí que hay límites, pero por cosas externas he tenido que luchar mucho más para demostrarlo», también contra el calor, que tuvo que afrontar con hielo en la cabeza durante la prueba.

Unos minutos más tarde, el oro llega en el medio fondo, con un carrerón de Yassine Ouhdadi en el 5.000 . Hasta 2018, para el español nacido en Marruecos, lo de correr era solo cuestión de divertirse. Bien por la mañana, o por la tarde, en montaña, en arena, donde fuera. Hasta 2018, Ouhdadi no había pisado un tartán. En solo un año, consiguió la plata mundial en Abu Dabi, el comienzo de un camino estupendo que culmina en Tokio con este oro, cuarto de la delegación español.

Ouhdadi dejó Marruecos con seis años, y la idea de defender la bandera española en atletismo lo hizo esforzarse todavía más. Tiene la prueba de 1.500 pendiente para conseguir otro metal.

Y si esto pasaba en el Estadio Olímpico, en el Velódromo de Izu los ciclistas españoles celebraban un bronce en grupo, contentísimos Ricardo Ten, Alfonso Cabello y Pablo Jaramillo en la prueba de velocidad por equipos. El trabajo colectivo lo inició Ten, recuperado de esa cuarta plaza en persecución, mantuvo el nivel Jaramillo y completó la fiesta Cabello, también recuperado del oro logrado en la jornada del jueves . El tiempo de los españoles, 49:571, solo fue superado por China y Gran Bretaña.

«Mis compañeros lo han hecho genial; todos hemos ido a una y aquí está el resultado, un metal que en unos Juegos Paralímpicos se cotiza muy caro y nos sabe a gloria», expresaba Cabello al finalizar. «Los relevos siempre son algo especial. Las medallas individuales saben muy bien, pero las de equipo saben el doble. Esta medalla va para mis hijos y para toda la gente que me quiere. Nos han apretado de lo lindo y hemos sabido sufrir y apretar más en la final. Es un bronce, pero me sabe a oro», confesó Ten, con su primera medalla como ciclista en el cuello después de veinte años de éxitos en la piscina. «Sabíamos que Francia era un rival importante, han mejorado su tiempo y nosotros le hemos dado la vuelta. Tengo la suerte de estar con Ricardo y Alfonso que no se han descuidado en ningún momento. A celebrarlo», completó Jaramillo.

En la sesión vespertina, Toni Ponce sumó una medalla más a esta jornada histórica, con una plata en 100 braza. El ruso Andrei Granichka remontó en los últimos 50 metros para llevarse el oro con récord del mundo.

España suma siete medallas en este supersábado con lo que el botín total asciende a catorce metales: cuatro oros, ocho platas y dos bronces.