La composición de los equipos de la Ryder Cup flota en el ambiente de Valhalla

Por un lado están los hombres fijos. Por los europeos, que jugarán como locales en Gleanegles (Escocia), Rory McIlroy, Sergio García, Henrik Stenson, Justin Rose, Martin Kaymer, Thomas Bjorn o Graeme McDowell son todo un seguro de eficacia para tranquilidad de McIngley. Sólo Victor Dubuisson es una incógnita ante su primera gran cita bienal, pero eso no le preocupa al director continental. «Sé que el francés no es un jugador muy convencional _reconoció ante el peculiar carácter de la estrella gala_ pero desde el año pasado he intimado bastante con él y me parece una persona de lo más interesante y un gran baluarte para el equipo. Seguro que nos va a sorprender a todos.» A partir de ahí, comienzan las especulaciones y el «tráfico de influencias». Todo el mundo aprieta para que su jugador favorito esté entre los doce definitivos.

La novena plaza por derecho la tiene, de momento, Jamie Donaldson, que debe tratar de mantenerla hasta que acabe el plazo, el 31 de agosto, tras el Open de Italia. Y luego, para las tres restantes, hay jauría de pesos pesados postulándose (Lee Westwood, Luke Donald, Ian Poulter o Miguel Ángel Jiménez) y de jóvenes valores que el irlandés tiene bajo su radar (Shane Lowry, Joost Luiten o, incluso, Gonzalo Fernández Castaño, a quien está siguiendo especialmente esta semana en Valhalla). «No voy a adelantar nada ni a dar ningún nombre por sentado _aseguró_ porque quiero que estén todos concentrados hasta el final del plazo. Lo que está claro que mis decisiones las tomaré en función del estado de forma de cada uno cuando llegue ese momento.»

Más abiertas están las cosas en la escuadra visitante. Tom Watson no está teniendo fácil su vuelta a la capitanía porque se está encontrando con más problemas de los previstos. Por un lado, la lesión de Tiger Woods y el no puntuar en sus dos últimos torneos le pueden dejar fuera de la lista la semana próxima. La única manera de formar parte del grupo sería ganando el Wyndham de la semana próxima, porque le abriría las puertas de los «play-offs» de la FedEx Cup. Si no, se pasaría mes y medio sin competir (al menos en Estados Unidos) y lo que le pide Watson es estar sano y en forma cuando llegue el momento. «Lo que de verdad me preocupa es su salud _recalcó el veterano_ y deseo que se le quiten los dolores cuanto antes; pero no le voy a presionar en absoluto porque no quiero que fuerce la máquina. Lógicamente, sería un lujo tenerle con nosotros, pero todo se andará.»

Aparte de este quebradero de cabeza, ya ha causado baja seguro Dustin Johnson (ausente indefinidamente por problemas personales) y ayer sembró la duda Jason Dufner con su retirada del PGA por problemas en el cuello. El capitán acaba de fichar a Steve Stricker como tercer vicecapitán y espera que sea una buena correa de transmisión entre la dirección y los jugadores, bastante más jóvenes en edad que la cúpula. «Sé que se comenta que soy viejo para el cargo (64 años) pero no creo que esto sea un problema; al revés, sé que los jugadores saben que ya he estado antes en este torneo y que lo he ganado, lo que es importante.» Quizá el mayor inconveniente de su conjunto sea, precisamente, la falta de experiencia. De los nueve hombres que ahora estarían clasificados, cinco son debutantes. De ahí que en las tres plazas de libre elección deba tirar de experiencia: Phil Mickelson, Keegan Bradley o el propio Tiger (aun sin estar recuperado) se antojan necesarios para pelear por la copa.