GOLF | PGA CHAMPIONSHIP
Los jugadores españoles, relajados ante el último grande del año
García, Jiménez, Castaño, Larrazábal y Cabrera afrontan con ilusión la cita de Valhalla, donde tienen distintos objetivos
MIGUEL ÁNGEL BARBERO
Los torneos del «Grand Slam» tienen cada uno su idiosincrasia. El Masters significa el lujo de lo exclusivo y los jugadores llegan a Augusta con ansias de golf después de ocho meses desde el último «major»; el Open de Estados Unidos, preparado de la manera ... más dura que se pueda imaginar, es una semana en la que saben que van a sufrir de lo lindo; por su parte, el «British», por su clasicismo y por los «links» en los que se juega, es una cita que nadie se quiere perder. Y luego está el PGA Championship, que es el «patito feo» del cuarteto. El hecho de jugarse en el mes de agosto, con mucha gente de vacaciones, y que el plantel esté más abierto a los profesionales estadounidenses hace que muchas veces no se le tenga tan en cuenta como a los otros tres y que no se respire la misma tensión que en ellos.
Esto se palpa en los jugadores españoles, sin ir más lejos. Los cinco que se han desplazado hasta Kentucky estaban más que tranquilos en las horas previas al torneo. Cada uno por su motivos estaban esperanzados de cara a los días de competición que tienen por delante. El más ilusionado, sobre todo por el excepcional momento de forma por el que atraviesa, es Sergio García. «Desde 2008 no llegaba tan bien a un grande y espero que podamos hacer buenas cosas _reconocía_. Estoy jugando bien y acabo con buenas ocasiones en un montón de torneos, aunque sólo haya podido ganar uno esta temporada. Pero siento que si sigo por esa senda podremos hacer grandes cosas. Sólo se trata de ponerse en situación y rematar el domingo.» En los dos últimos torneos, Rory McIlroy se interpuso en su camino, pero eso no le quita el sueño. No considera que vaya a ser su «bestia negra». «No, qué va _sonríe_ somos grandes amigos y ha coincidido que estas dos últimas semanas ha jugado excepcionalmente y ante eso no se puede hacer nada. Pero ambos sabemos que si yo tengo mi momento también puedo estar a gran nivel y ganarle; esto es cuestión de rachas.»
El segundo jugador español más seguido por el público en Valhalla (un diseño de Jack Nicklaus que ya ha acogido este torneo y la Ryder Cup en el pasado) es Miguel Ángel Jiménez. «Ya conocía el campo, pero cada vez me lo encuentro más largo _bromea el malagueño_. Estoy pegándole bien a la pelota y en el momento que arregle mis problemas con el "putter" (ha cambiado de modelo) puedo hacer algo grande.» En su caso, el haberse quitado la tensión de tener que clasificarse para la Ryder le va a venir bien para disfrutar más. «Es cierto que me he presionado mucho en las últimas semanas y eso lo he notado. O sea que ahora sólo me queda hacerlo bien para que el capitán me llame para el equipo. Lo que tengo claro es que el lunes me tomo vacaciones, ya no voy a jugar más hasta septiembre.»
Gonzalo Fernández Castaño también llega al medio oeste con los deberes hechos y con ganas de jugar el fin de semana. «Después de quedar cuarto en Canadá me he asegurado la tarjeta americana para 2015 y ahora voy a tratar de disfrutar del torneo. Primero hay que centrarse en pasar el corte y, luego, Dios dirá». Pablo Larrazábal, por su parte, está acompañado por su novia Gala y tratará de recuperar las buenas sensaciones que le llevaron a ganar en el desierto a primeros de año. «Los dos últimos días de entrenamientos me han gustado mucho y espero poder mantener ese tono en el torneo. Hay que jugar lo mejor que se pueda y no obsesionarse con un puesto determinado.» El canario Rafa Cabrera llega después de dos semanas de descanso, con las pilas recargadas. «Tengo ganas de hacerlo bien, desde que quedé segundo en Alemania no había vuelto a sentirme así. Este campo es largo y generoso en las caídas, por lo que creo que me puede venir bien a mi juego.»
Por lo que respecta al público local, también se quitó un peso de encima cuando Tiger Woods apareció en el campo de prácticas. Su participación en el torneo había estado rodeada de misterio después de que el domingo pasado se retirara en Akron y su presencia es un aliciente más para todos. Con el ex número uno en acción, cualquier competición gana en interés.
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