Valverde se agarra al podio

La última vez que el Tour de Francia se acercó hasta este paso pirenaico la víctima fue Andy Schleck, en el principio del fin de su carrera en la élite: se le salió la cadena vestido de amarillo y, aunque tiene ese Tour en su palmarés por la sanción a Contador, perdió el maillot. Fue también cuando descubrimos que lo del español no era dar excusas sino pedales, después de su cuestionable vídeo en meta pidiendo perdón por no haber parado tras la avería de Andy. Histeria del Tour.

Este año se presumía menos drama con el liderato, toda vez que Vincenzo Nibali está más que asentado en su papel de patrón. Con una fuga muy numerosa con mucha ventaja (11 minutos) a pie de puerto, quedaban dos luchas muy claras en el puerto: la etapa y el podio. [Así está la clasificación general del Tour de Francia ]

En la primera, la marcha de Ion Izagirre en la fuga prometía unas opciones españolas que caducaron a cuatro kilómetros de la cima de Balès, cuando el guipuzcoano cedió. El vigente campeón de España había estado muy bien hasta entonces, pero el segundo ataque de Thomas Voeckler fue demasiado para él. El francés, que ya había ganado dos veces en Bagnères de Luchon, era el gran favorito en la fuga, y pasó junto al colombiano José Serpa y el australiano Michael Rogers en cabeza de carrera al coronar Balès.

En la otra lucha, Movistar le dio mucha dureza a Balès, primero con Giovanni Visconti y después con Beñat Intxausti. Entre los dos se cobraron las cabezas de Romain Bardet y de Tejay Van Garderen. Una vez más, cuando a Valverde le llegó el turno de atacar, no lo hizo, aunque tenía una buena razón para no hacerlo: había un escalador por encima de todos hoy en Balès. Y no venía de Sicilia.

Era Thibaut Pinot, el nuevo yerno de Francia . Su compañero Jeanesson le puso un ritmo que seleccionó el grupo de favoritos hasta cuatro nombres (Valverde, Nibali, Pinot y Peraud). Ahí, a un kilómetro para coronar y empezar a descender, Pinot, que más de una vez ha declarado tener miedo a la velocidad, corrió más que nadie: reventó a Valverde, reventó a Peraud y a 50 metros de coronar reventó a Nibali, la primera vez que alguien lo conseguía en todo el Tour.

Como a Pinot no le gusta la velocidad, en el revirado descenso de Balès perdió el daño que había empezado a hacer, y volvieron Nibali, Valverde y Peraud. Los que no lo hicieron, Bardet y Van Garderen, quedan muy perjudicados en la lucha por el podio . El francés, tercero hasta hoy, ha perdido 1:49 con Pinot, Valverde y Peraud; el americano, quinto y el mejor contrarrelojista de los candidatos, entró a 3:35, apajarado en Balès y casi descartado para el podio.

Valverde ha conseguido distanciar a uno a dos minutos y a otro a casi cinco, una buena jornada para el murciano. Segundo en la general, deberá revalidar el puesto en Pla d'Adet y Hautacam el miércoles y el jueves. Pinot, nuevo tercer clasificado, aprieta por detrás y sigue a medio minuto.

Rogers atacó en el descenso y sus compañeros no pudieron con élOcho minutos por delante en la etapa, a Voeckler, Rogers y Serpa se les unieron Kiryienka y Gautier, este último, del Europcar, como Voeckler, lo que reforzaba más si cabe su condición de favorito para ganar. Y en estas, con superioridad numérica del Europcar, Michael Rogers cogió unos metros de ventaja en el descenso y sus compañeros no le volvieron a ver. Gautier estuvo a punto de hacerlo en un esfuerzo imposible, pero se quedó a centímetros de su rebufo.

Rogers aceleró en el momento justo y rechazó la persecución. En los últimos nueve meses, este australiano de 34 años y tres veces campeón del mundo contrarreloj ha sido sancionado por dopaje, exonerado, ha ganado dos etapas en un Giro en el que fue inscrito sin apenas haber competido antes y ha ganado en el Tour; nunca hasta este año se había llevado una etapa en una grande, ni cuando era una de las promesas más importantes del pelotón. Pocas secuencias explican tan bien la locura del deporte ciclista.