¿Dónde puede atacar Contador a Nibali?

El italiano (ganador de la Vuelta en 2010 y del Giro en 2013) atacó en el «infierno del norte» como si no hubiera mañana regalando una exhibición a los aficionados al ciclismo. Contador viaja a 2:37 en la general y, si no hay más sobresaltos antes de llegar a la alta montaña, tiene terreno de sobra para la reconquista en el macizo de los Vosgos, en los Alpes y los Pirineos, con seis etapas que prometen un paseo por las nubes.

Sobre el papel, es superior en este terreno a un Nibali que, sin embargo, ya ha demostrado su solvencia en los puertos. En la penúltima etapa, una contrarreloj de 54 kilómetros entre Bergerac y Périgueux, el español también parte teóricamente con ventaja sobre el italiano, aunque todo dependerá de cómo lleguen de combustible los favoritos después de las batallas previas.

Nibali espera que se desaten las hostilidades en la 10ªetapa, que se disputa el próximo lunes: Mulhouse-La Planche des Belles Filles, en el corazón de los Vosgos, un recorrido de 161,5 kilómetros con siete puertos, cuatro de ellos de 1ª categoría. «Creo que será la primera cita seria, aunque no contemplo que Contador sea el único que ataque, también lo harán Richie Porte o Alejandro Valverde», señaló ayer el ciclista del Astana. «Tengo una ventaja buena con Contador, pero no sé si será suficiente. En un primer momento vamos a correr a la defensiva para tratar de mantener el maillot amarillo; luego ya veremos».

El factor Richie Porte no es desdeñable. El australiano se ha convertido en el líder de reemplazo del Sky tras la retirada de Froome, al que ayudó a ganar en 2013 (también fue clave en el éxito de Wiggins en 2012). Salió airoso del infierno de adoquín, es un excelente escalador y mejor contrarrelojista. Y se ha quedado sin jefes. «Tengo la oportunidad de pelear por la clasificación general. Superada la etapa del pavés , ahora tengo ganas de que empiece la montaña», aseguró el octavo clasificado, a 1.54 minutos de Nibali.

André Greipel (Lotto) se impuso ayer en la sexta etapa , disputada entre Arras y Reims sobre 194 kilómetros. El alemán sumó su sexta victoria en el Tour, la primera en esta edición, en un sprint que no pudo disputar su compatriota Marcel Kittel, ganador de las tres anteriores llegadas masivas, por haberse quedado cortado en los últimos kilómetros por la acción del viento. Ninguno de los favoritos sufrió esta contingencia. Pese al ataque sorpresa del polaco Michal Kwiatkowski en el último kilómetro, los equipos de los velocistas le dieron caza en la recta de meta.

Hoy se disputa la séptima etapa, Epernay-Nancy, un largo recorrido de 234 kilómetros con dos «tachuelas» en la parte que final que no deberían inquietar a los esprínters.