GOLF
La soltería le sienta bien a Rory McIlroy
A los diez días de romper su compromiso con Caroline Wozniacki ya ha ganado en Wentworth y va líder en Memorial
MIGUEL ÁNGEL BARBERO
Rory McIlroy se presentó la semana pasada en Londres completamente abatido. Reconoció que acababa de romper con su novia, la tenista Caroline Wozniacki, y que no tenía la cabeza para pensar en el golf. Sin embargo, le ha durado poco la tristeza. El domingo ganó ... en Wentworth y, ayer, empezó a lo grande en el Memorial estadounidense.
«Voy a participar en el BMW PGA porque soy un profesional y es mi obligación» declaraba con la cabeza gacha el norirlandés en su comparecencia ante la prensa internacional reunida en el torneo bandera del Circuito Europeo . Sin embargo, a medida que fueron pasando los días el jugador se fue viniendo arriba y terminó ganando gracias a una última vuelta de 66 golpes. «Los golfistas tienen que cuidar tanto su cuerpo como su mente _comenta el psicólogo deportivo Óscar del Río_ y si hay un problema físico o anímico no terminan de sentirse a gusto en el campo. En el caso de Rory, está claro que su ausencia de resultados en los últimos tiempos no venía tanto por el aspecto mecánico como por el mental.» Después de año y medio sin vencer en el European Tour y de haber perdido su número uno mundial, habían saltado las alarmas sobre las opciones de contar con el de Hollywood para la próxima Ryder Cup. Pero se ve que la calidad de su juego no se ha visto afectada por sus problemas personales. «Lo que necesita cualquier persona en su vida es estabilidad y equilibrio _prosigue el especialista_ y una vez que se ha liberado de su preocupación se ha podido expresar a gusto en el campo. Quizá el asunto de la boda le abrumaba y ahora puede respirar aliviado. Es tan simple como eso.»
De cara al próximo duelo contra los estadounidenses en Gleneagles le ha quitado un peso de encima a Paul McGingley. Su clasificación es casi segura y su presencia una garantía de fortaleza para los continentales. Y en cuanto a su carrera personal, no sólo ha vuelto a lo más alto en Europa, sino que su vuelta al PGA Tour ha sido triunfal. Ayer, en la primera ronda del Memorial (torneo promovido por Jack Nicklaus), arrancó un una soberbia tarjeta de 63 impactos que le colocó como líder destacado, con tres de ventaja sobre Paul Casey (-6). «Estoy jugando muy cómodo, muy fluido _reconoció en Ohio_, dando golpes muy buenos y minimizando los errores. Ha sido una semana dura de viajes y entrenamientos, pero el trabajo está dando sus frutos.» Ayer el «putter» le funcionó de maravilla (sólo necesitó 22 y metió los 16 que tuvo de menos de 5 metros) y Rory es de nuevo un hombre feliz. Ya no le frenan ni los percances: «me enganché con los clavos en un giro y me hice un poco de daño en la rodilla, nada que no se pueda areglar con una visita al fisio y un poco de hielo», dijo con una sonrisa. Lo que va de una semana a otra.
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