Lexi Thompson, doctora en golf a lo grande

Con 12 años, esta simpática jugadora de Florida ya se clasificó para jugar el Open de los Estados Unidos, lo que lógicamente supuso un récord de precocidad; a los 15 se hizo profesional y, a pesar de que las normas no la dejaban participar en el LPGA Tour y tuvo que curtirse en circuitos menores jugando con los hombres, una temporada después, en 2011, se convirtió en la más jovencita en ganar en los Circuitos Americano (Navistar) y Europeo (Dubái). A partir de entonces su carrera subió como la espuma.

Consiguió una exención por parte del LPGA para poder jugar en sus pruebas, a pesar de no cumplir con la edad mínima de 18 años, y se integró por completo con sus nuevas compañeras en 2012. La campaña pasada fue la de su consagración, con su selección para la Solheim Cup y dos victorias más en su cuenta personal (Malasia y Méjico).

Pero, como siempre sucede con los jugadores de talento (véase el ejemplo de Sergio García), parece que hasta que no triunfan en un «major» no terminan de certificar su valía. Y Lexi no ha querido dejar pasar más tiempo para conseguirlo. A pesar de no haber comenzado con buen pie en el Kraft Nabisco , que abría la temporada de grandes citas en el circuito de mujeres (73 golpes), a partir del segundo día dio toda una exhibición de golf (64,69 y 68) y se llevó el torneo con tres de ventaja sobre Wie, con quien había comenzado empatada la jornada. Pero su juego largo y agresivo, buscando siempre las banderas, ya la puso con cinco de renta mediada la vuelta y sólo tuvo que conservar la paciencia para llevarse el primer grande de su carrera (y los 250.000 € de premio).

No se notó para nada su falta de veteranía (no firmó un «bogey» en todo el día) y declaró sentirse «muy honrada por la victoria y por haber hecho realidad uno de los sueños de mi vida: ganar un grande». Seguro que es el primero de los muchos que llegarán.