Armstrong pide perdón a Livestrong antes de su entrevista con Oprah

Los empleados de Livestrong han escuchado las disculpas de su fundador, Lance Armstrong, acusado de participar en un programa de dopaje sistemático durante su exitosa trayectoria profesional. «Lo siento», dijo el exciclista según el testimonio anónimo de uno de los presentes a la agencia AP. Algunos trabajadores rompieron a llorar con las palabras de un emocionado Armstrong que, en todo caso, no realizó ninguna alusión directa sobre las acusaciones de dopaje.

Las disculpas de Armstrong han llegado horas antes de grabar la entrevista con Oprah Winfrey que se emitirá en directo la madrugada del jueves al viernes en España a través del canal Discovery Max, y precisamente el mismo día en el que un reportaje del « New York Times» detalla cómo se beneficio Armstrong de su Fundación, una de las mayores organizaciones contra el cáncer del país, reconocible por las famosas pulseras amarillas que dieron la vuelta al mundo en apoyo de la batalla contra la enfermedad. «Mantuvo una conversación en privado con el equipo con el que ha realizado un importante trabajo durante muchos años. Ha sido una disculpa muy sincera y sentida», explicó Katherine McLane, portavoz de Livestrong.

El último mito del pelotón, siete veces consecutivas en el podio de París, ha negado hasta ahora el uso de sustancias prohibidas para aumentar su rendimiento. Sin embargo, la agencia antidopaje de los Estados Unidos (USADA) publicó en octubre un informe en el que acusaba a Lance de participar en uno de los programas más sofisticados de dopaje de la historia del deporte incluyendo esteroides, transfusiones sanguíneas y todo tipo de sustancias prohibidas.

Armstrong perdió en unos días el apoyo de los patrocinadores y se vio obligado a dar un paso atrás en Livestrong antes de romper definitivamente con la Fundación. La Unión Ciclista Internacional aceptó las pruebas de la USADA y borró del historial a Lance Armstrong dejando una enorme laguna de siete años en la carrera por etapas más importante del calendario. Armstrong pide ahora la palabra para confesar -o no- su relación con una de las etapas más oscuras del ciclismo.