Las marcas huyen de Armstrong

Casi una semana después de la publicación del voluminoso y devastador informe de la Agencia Estadounidense Antidopaje (Usada) sobre el dopaje de Lance Armstrong , el exciclista ha empezado a sufrir las primeras consecuencias comerciales. Si al día siguiente de que la Usada anunciara que le suspendía de por vida y el decidía no defenderse las donaciones a Livestrong se multiplicaron por 25 respecto a un día normal, este miércoles la situación se dio la vuelta y las marcas que le patrocinaban comenzaron una estampida . Hasta entonces, le reportaban 15,3 millones de dólares al año, más otro suculento bocado en donaciones a su fundación.

Abrió la veda Nike en la mañana estadounidense : «Las pruebas de dopaje son irrefutables. Nos ha engañado durante más de una década», decía el comunicado, que también explicaba que seguirían apoyando a Livestrong, de cuya presidencia acababa de dimitir Arstrong.

Pocas horas después, se sumó a la huida Anheuser-Busch , fabricante de la cerveza Budweiser y de la Michelob Ultra, en algunos de cuyos anuncios había aparecido el exciclista. Adelantaron que no renovarían su contrato que vence en diciembre de este año, pero que seguirían apoyando a la fundación que ayuda a supervivientes de cáncer.

La sangría parecía imparable. También le ha dejado el fabricante de bicicletas Trek , con las que ganó sus siete Tours de Francia, y el de los cascos Giro , que utilizaba habitualmente. Y el fabricante de bebidas energéticas FRS , abandono que incluye la dimisión del exciclista de su consejo de administración.

Entre sus principales patrocinadores solo se mantiene la marca de gafas Oakley . «No aprobamos el uso de sustancias ilegales para mejorar el rendimiento deportivo», ha explicado la marca, que dice estar a la espera de la decisión de la Unión Ciclista Internacional (UCI) sobre el caso Armstrong.