Rüdiger, Nacho y Lucas Vázquez en San Isidro: En el ruedo siempre había un toro mirando para toriles

Aplaudía Carlos Herrera a Talavante cuando cortó la oreja al primero, en lo más interesante de la tarde. O al menos, el rato que el público atendió más, porque pasada la mitad de la corrida, en los tendidos se oía hablar de la cena de esa noche o de la salida del fin de semana. Hasta que el quinto dio un golpe seco a Juan Ortega en el inicio de faena, y se callaron aquellos «miau» con los que el 7 jaleó la lidia de ese toro, ante la circunspecta mirada de Juan del Val, que estaba en la barrera del 9 acompañado de su esposa, Nuria Roca. Y en el ruedo, un toro mirando para toriles. Cierto era que bien presentado tampoco estaba. Intentó Ortega ralentizar la embestida de ese moribundo animal, al que vio «buen ritmito en el capote, aunque estaba todo a la contra», como declaró el sevillano a los micrófonos de OneToro, que también entrevistaron a Del Val mientras Ortega pasaba a la enfermería. «Los ignorantes no han sabido ver la faena de Juan Ortega», dijo indignado el periodista. Pero entonces se empezaron a suceder los «Viva España» y los gintonics. Normalmente, van los unos de la mano de los otros. Y en el ruedo, un toro mirando para toriles.

También le gustó ese toro a Juan José Fraile por el pitón derecho «por cómo ha colocado la cara. Juan Ortega le ha pegado unos muletazos que me han puesto los vellos de punta». Aunque admitió el ganadero que a la corrida le ha faltado empujar y algo de más bravura, salvando al primero de la quema, también, «por la clase que ha tenido». Estuvo comentando la corrida en el burladero de ganaderos junto a Santi Domecq, al que todo el mundo deseaba suerte a la salida. Su cartel lo han marcado los aficionados después de la gran corrida de Sevilla.

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Tampoco quiso perderse Emiliano García-Page la segunda corrida de su paisano, Tomás Rufo. Pasó por los micrófonos de OneToro, dejando el mejor puyazo de la tarde hacia Urtasun: «Hay que dejarse de sectarismos, porque cuando habla de la mayoría de los españoles, la realidad es que su partido tiene un 4%. Yo tengo bastantes más votos». Aunque, a nivel nacional, gobiernen sus partidos juntos… Sí tenía claro el presidente de Castilla-La Mancha que «el ministro buscaba la controversia».

Un «Vamos Rüdiger» se escuchó entre las palmas de tango y los gritos de «inválido» en el sexto. El defensa del Real Madrid atendía las explicaciones del capitán del equipo merengue y hacía fotos con su móvil. Se asustó como nunca en la voltereta de Ortega, y aplaudió como un descosido su vuelta a la cara del toro. Aunque ya se encargará Nacho de explicarle que no es normal que los toreros tengan que ir detrás de un burel, dando casi la vuelta al ruedo pegado a tablas. Pero son toreros a los que siempre se les va a esperar, y probablemente vuelva el futbolista, al igual que volverán los aficionados madrileños a la Monumental con las ilusiones intactas.