Sergio Rollón «no sabe lo que le ha ocurrido, la gravedad de la cornada»

El mundo del toro se ha volcado con el chaval. «Le escriben figuras del toreo, y no lo entiende. Nos pregunta si ha sido tan grave la cornada», cuenta a ABC el apoderado, Luis González, siempre al pie del cañón junto a su Sergio. Le han dicho que sí ha sido importante, pero no que entró en parada ni magnitud de lo sufrido, al menos de momento, porque no debe ser fácil digerirlo para un chaval de su edad, que, gracias a Dios, tampoco se encuentra mal y está animado.

Está evolucionando, pero «todavía tiene la pierna hinchada y siguen controlándole un poquito la circulación, porque puede puede pasar algo con lo del trombo», explica González, que remarca que «él está bien, está consciente y tranquilo». Todavía no hay plazos, aunque «seguro que va a estar en el hospital por lo menos una semana». Mientras, el madrileño pregunta cómo estuvo en la final a tres del Circuito de Novilladas de Madrid.

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Ganó el certamen Álvaro Serrano, que ayer fue a visitar a Rollón. «Sólo quiere volver a la cara del toro. Ojalá pronto volvamos a coincidir», nos dice Serrano, que brindó emocionado el domingo a su compañero, herido el día anterior: «Qué menos que ese pequeño homenaje que se le debe dar, porque aparte de compañero es amigo, y tuvo un percance muy gordo». También le brindaron Julio Méndez, el otro finalista de la novillada de Valdetorres, y Fortes desde Pamplona. Eso también lo ha visto -y agradecido- Rollón.

En Arganda, el 8 de septiembre, están anunciados juntos Serrano y Rollón en el certamen de La Vid de Oro, y ya tiene la vista en esa novillada y en la de Villaseca Álvaro, feliz ganador: «Este año quiero torear, dentro de lo que cabe, el mayor número de novilladas posibles en sitios importantes, y ser triunfador». Ambición, pero también humildad, porque «no hay que creérselo; hay que seguir trabajando en ello, y cada vez estar un poquito mejor».

Este premio supone «un paso en mi carrera, y ahora me toca dar la cara». Debutaron en Madrid juntos Álvaro y Sergio hace dos temporadas, como novilleros sin caballos, en la final del Camino hacia Las Ventas. En aquella ocasión, Serrano sufrió un percance cuando toreaba de capa al primer novillo. Ahí le tocó él la cruz, que el sábado le tocó de fea manera a su compañero. Así de real y duro es esto, que ven los chavales desde jóvenes. De momento, ambos esperarán para torear en la Monumental, y Serrano lo tiene claro, a la primera plaza del mundo hay que ir preparado: «Este año no es el momento, de momento vamos a esperar, porque Madrid lo es todo». Seguro que en el futuro ambos novilleros torearán juntos en Las Ventas.