San Isidro en directo: Manzanares, Emilio de Justo y Roca Rey, con toros de Puerto de San Lorenzo

Roca no se acopla con el sexto
 

Cierra la tarde Campito, negro de La Ventana del Puerto con 532 kilos y cinco años. Cita en los medios con la muleta, el toro es pronto y humilla, pero el viento, o quién sabe, hace que no surja una faena acoplada. Cuando comenzaba a calentar con la derecha, el toro pierde las manos, y vuelta a empezar. Voces discordantes, miradas desafiantes de Roca y enganchones, arrimón final incluido. Estocada desprendida en una despedida decepcionante.

De Justo cuaja al cuarto sin espada
 

Recoge muy bien con el capote Emilio de Justo al quinto, Cigarro, otro cinqueño del Puerto de San Lorenzo, que tampoco anda sobrado de pujanza. Saluda una fuerte ovación de Morenito de Arlés tras dos buenos pares de banderillas. Emilio de Justo brinda al seleccionador nacional de fútbol Luis de la Fuente por defender sin complejos la tauromaquia.

El toro desarma por segunda vez el burladero del tendido siete y allí lo recibe el matador doblándose con muletazos de trazo largo y acompasado. Embiste bien el del Puerto, que se está viniendo arriba. Cita con la derecha y cuaja una tanda intensa por la largura y la mano baja. Al mismo nivel la siguiente, con la plaza ya de su parte. Juega con los tiempos y las distancias. Le da aire y surgen templados los redondos.
Por el izquierdo no es igual, pero al final se hace con el toro con dos naturales y una trincherilla que los tendidos reciben con alborozo. La última, a derechas, cuentan con la aprobación general. Suena un aviso antes de entrar a matar, y decepción en el graderío cuando la espada toca hueso. Estocada después, peticion que no cuaja, ovación al toro en el arrastre y fortísima para el diestro.

Manzanares, tarea imposible con el cuarto
 

Sabueso, el cuarto, de 586 kilos, se afligió demasiado pronto. Deslucido, perdiendo las manos, la brillantez era tarea imposible para Manzanares. Se pone, lo intenta pasar y opta por la brevedad, que se le agradece. Pinchazo, estocada contraria, y a otra cosa.

Roca Rey provoca una fuerte división de opiniones
 

No gusta nada el tercero, Lanero, cinco años, 535 kilos, nada sobrado de trapío. Sin embargo, el de La Ventana del Puerto cumple en varas, se emplea en los engaños y llega al último tercio con buen son. Clava los pies en la arena Roca Rey para iniciar la faena de muleta por alto. Le exigen mucho en la colocación al peruano, que cuaja una primera tanda un tanto desigual, a la que sigue otra más rotunda, de mando. Muy reunido en la siguiente, ligada y buscando la cadencia en los muletazos.
Se echa la franela a la zurda y el viento le molesta mucho en una serie con altibajos. Hay polémica en los tendidos, la que provoca su condición de máxima figura, Vuelve a la derecha cuando el toro, rajado, lo descompone, pese a la entrega de Roca que no quiere irse de vacío. Se lo pasa muy cerca en unas ceñidísimas bernadinas y un final hacia los adentros.

Pincha y aleja lo que podía haber tenido premio. Estocada baja, y una fuerte división en los tendidos.

Emilio de Justo, esfuerzo baldío con el sobrero de El Vellosino
 

El segundo bis es Panderito un cinqueño de 590 kilos de la ganadería de El Vellosino, al que tardan de fijar en los capotes y que sale suelto del caballo. Aprovecha Roca Rey su turno de quites y se ciñe por chicuelinas. En banderillas se desentiende el toro, que no para de corretear. No quiere pelea y Emilio de Justo lo busca y lo sujeta por bajo. Buena una primera serie con la mano derecha, per a partir de ahí el toro marca toda su mansedumbre. No desiste y al natural el esfuerzo es baldío, con los aficionados pidiéndole ya que acabara. Pinchazo y estocada. Silencio

El segundo es devuelto por su flojedad

Langosto, de El Puerto de San Lorenzo y 542 kilos, acusó demasiado pronto una ostensible falta de fuerzas, lo que provocó las protestas y que el presidente sacará el pañuelo verde, ordenando la vuelta a los corrales. El primer toro devuelto en los catorce días que llevamos de feria.

Manzanares ante la nobleza y la falta de fuerza del primero
 

Frasquito, el que abre plaza, de la ganadería de Valdefresno, permite a Manzanares lucirse al torear a la verónica muy templado. Pasa sin pena ni gloria por el picador y ante los banderilleros acusa ya tanta nobleza como pocas fuerzas. Suenan las primeras protestas, que van a más. Con la muleta Manzanares apuesta por el pitón derecho y lo engancha con su buen corte. Mejor aún la toma por el izquierdo, y lo aguanta hasta que el toro pierde las manos y los tendidos estallan. insiste el alicantino que se gusta y aprovecha la templanza de las embestidas. Lástima que todo lo bueno que tenía el toro dentro no estuviera acompañado de la fortaleza, una auténtica perita en dulce, floja, pero perita al cabo.
Estocada. Ovación.

Pañuelo blanco, clarines y timbales, los toreros pisan la arena

Siete en punto de la tarde. Pañuelo blanco que ordena el comienzo del festejo. Los alguacilillos al frente de los toreros, que ya pisan la arena. Los tendidos a reventar, el runrún de las grandes tardes. Manzanares, de rioja y oro; Emilio de Justo, de grana y oro; y Roca Rey, de negro y oro. ¡Que Dios reparta suerte!

Manzanares, De Justo y Roca Rey, máxima expectación 

Tarde de gran expectación, de cartel de “No hay billetes”, una de las corridas con mayor demanda de entradas desde que se anunció la Feria de San Isidro. Con toros salmantinos de tres hierros bajo el mismo paraguas ganadero, abre la tarde José María Manzanares, en su primera comparecencia en Las Ventas, que acude con el gran aval de sus resonantes triunfos en esta plaza. Por su parte, Emilio de Justo, que abrió la Puerta Grande en su primera tarde isidril, y viene concitando la ilusión propia y la de los aficionados. Y cierra el cartel el torero más taquillero del momento, el rey de la taquilla, el peruano Andrés Roca Rey, en su segunda tarde.

Todo listo para una gran tarde.

Toros de El Puerto, La Ventana del Puerto y Valdefresno

De la corrida anunciada de El Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto, se ha caído uno de El Puerto y entra un toro de Valdefresno, a fin de cuentas la misma casa ganadera del campo de Salamanca.

El orden de lidia es el siguiente:

Abre plaza Frasquito, de Valdefresno, un cinqueño negro salpicado con 547 kilos, para José María Manzanares.

El segundo es Langosto, de El Puerto de San Lorenzo, un toro negro, con cuatro años y 542 kilos, para Emilio de Justo.

Lanero, de La Ventana del Puerto, es el tercero, negro listón de 535 kilos, para Roca Rey.

El cuarto es Sabueso, también de La Ventana del Puerto, cinqueño de 586 kilos, Segundo del lote de Manzanares.

Cigarro, de El Puerto, es el quinto, un negro listón con cinco años de 575 kilos, para De Justo.

Cierra plaza Campito, otro negro listón, también de cinco años y 532 kilos, para Roca Rey.

Los dos sobreros son sendos cinqueños de la ganadería de El Vellosino.