Suscríbete a
ABC Cultural

José Escolar, triunfador de San Fermín: «No quiero que las figuras maten mis toros; prefiero que se queden en su sitio»

Exultante, saca pecho después de ganar el trofeo más codiciado por los ganaderos, el de la Feria del Toro: «Sin corrida no hay encierro, conmigo que no cuenten»

«Cartero, el mejor de la corrida, pudo matar a ocho o diez personas en el encierro»

Escolar y el milagro de seguir vivos: ocho costillas rotas de Rafaelillo

José Escolar, en su finca abulense de Lanzahíta ABC
Rosario Pérez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Exultante, José Escolar saca pecho: suyo ha sido el premio más codiciado por cualquier ganadero, el de triunfador de la Feria del Toro de Pamplona. Bajo el rugido de la masa que llena cada día dos veces los tendidos y el latido frenético de ... la bravura, los cárdenos desataron una emotiva tempestad, la que provoca la casta, la del peligro latente. La de las verdaderas raíces de la tauromaquia. Desde el encierro matinal, los escolares sembraron el terror cuando Callejero y Cartero camparon a sus anchas y arremetieron contra la muralla humana. Milagrosamente, no hubo cornadas, pero por la tarde vendieron de nuevo cara su vida y Rafaelillo acabó en la UCI con ocho costillas rotas después de que Juan de Castilla sufriera una cogida estremecedora al entrar a matar. Alta tensión de principio a fin. No había mozo en Pamplona que no supiera que se corrían y se lidiaban los toros de don José Escolar, al pie del cañón de la bravura a sus 88 años.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia