Calatayud
Infortunado, de Fuente Ymbro, el indulto nuestro de cada día
Máximos trofeos para Escribano tras una polémica decisión contra el reglamento
Manuel Escribano, con los máximos trofeos simbólicos
El tsunami de toros indultados llegó esta vez a la plaza zaragozana de Calatayud. Uno de Fuente Ymbro, uno más de la divisa más laureada, resultó agraciado con el pañuelo naranja, que le perdonaba la vida a Infortunado, un castaño de cinco años y medio, ... bien armado y de bondad en sus embestidas. Al menos tres astados de esta ganadería han merecido el honor en este mes de septiembre, Tarazona y Valladolid, antes del de Calatayud. La historia comenzó con una simple pelea en varas del premiado y siguió con una faena de Manuel Escribano en la que se lució por los dos pitones, mejor y más ajustado por el izquierdo.
Del tendido comenzaron a surgir voces de «¡no lo mates!», que poco a poco fueron en aumento. Escribano insistió en las series, a más siempre, y entre los espectadores un clamor. Se perfilaba el torero con el estoque y desistía a la espera de la decisión del palco. Sonó un aviso, pero al final el presidente claudicó. Aunque no fueron pocos los que se preguntaban porqué el usía tenía un pañuelo naranja a mano cuando el reglamento taurino de Aragón solo contempla el indulto en plazas de primera y segunda categoría. Poco importaba la decisión contra el reglamento en un final de apoteosis con los máximos trofeos simbólicos para un feliz Escribano.
La corrida de Fuente Ymbro con el remiendo, el tercero, de Salvador Domecq, desigual de presencia y juego. Con sentido el serio primero, excelente el segundo, sosote el tercero, bueno el cuarto, indultado el quinto, y con poder el que cerró plaza. Ante ese muestrario, El Fandi dentro de su guión, cortó una oreja al primero; mientras que el mexicano Leo Valadez, voluntarioso, oreja del tercero; y el citado Escribano, que se llevó además una oreja del segundo, que pudieron ser más de no fallar con la espada.
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